Kim Gómez fue asesinada en La Plata el pasado martes por dos adolescentes de 14 y 17 años, quienes la arrastraron por la calle durante 15 cuadras, mientras intentaban robar el auto de su madre. En medio de la conmoción por este cruento asesinato, a nivel nacional volvió a reactivarse la polémica por la baja de la edad de imputabilidad, dado que el Gobierno nacional de Javier Milei instó a que se trate en el Congreso el proyecto de ley que crea un nuevo Régimen Penal Juvenil, que incluye la baja de imputabilidad a los 13 años.
En la Argentina, hay dos tipos de inimputabilidad. Los menores de 16 años son no punibles, es decir, directamente no son juzgados. Por su parte, desde los 16 a los 18, los menores son juzgados pero no les cabe la misma pena que a los adultos. Por esto es que, en el caso del asesinato de la niña de 7 años, el adolescente de 14 años no irá a la cárcel, pero es probable que vaya a una institución durante un mínimo de 180 días; mientras que el joven de 17 años probablemente reciba la mitad de una cadena perpetua.
En este contexto de polémica entre sectores políticos, abogados sanjuaninos dieron su opinión. Los tres concuerdan que se debe modificar la ley actual.
“El primer punto que hay que aclarar es que la ley de imputabilidad fue dictada por la dictadura militar y es la única ley penal que no sufrió modificaciones desde entonces”, dijo Rubén Pontoriero al respecto. En este marco, aseguró que la legislación actual es una “aberración absoluta” y que, según su punto de vista, “la edad debe bajarse para que el menor sea juzgado y pueda defenderse”.
“Tiene que ser una ley que contemple todas estas situaciones. No es solo bajar la edad, sino que hay que crear todo un entorno para que los menores se reincorporen. Tiene que haber una solución integral”, advirtió el profesional.
Por su parte, Martín Zuleta, explicó: “La mirada sobre la necesidad o utilidad de esta medida tiene que aplicarse teniendo en cuenta el espíritu de la Constitución sobre que las cárceles, y en general las penas, no son para castigo sino para la rehabilitación de los delincuentes, y por ahí en estos debates de la baja de la edad de imputabilidad uno observa de manera preocupante que la exigencia social, impulsada por algunos sectores políticos, está más focalizada en el castigo. Entiendo que es una medida necesaria pero la problemática de la delincuencia juvenil debe abordarse de manera integral reconociendo que, como en muchas otras áreas, el Estado ha fallado rotundamente. No se trata de tener una mirada complaciente con la delincuencia juvenil pero sí aceptar a esta altura de la evolución de las ciencias que un adolescente no debe responder igual que un adulto porque tiene más dificultades para dimensionar adecuadamente la consecuencia de sus acciones”. En este marco, agregó: “Si bien la cárcel no puede ser la única respuesta que tenga una sociedad frente a los jóvenes delincuentes es indudable que no se puede negar la realidad que muestra a delincuentes muy jóvenes dispuestos a perpetrar delitos muy graves entonces me parece adecuado un régimen que ponga el foco en bajar la edad de imputabilidad y que los delitos graves conlleven penas de prisión efectiva aún para los jóvenes”.
Marcelo Arancibia indicó que está de acuerdo con la creación de un Régimen Penal Juvenil, pero que no solo debe abarcar la baja de la edad de imputabilidad, sino también debe tener en cuenta la creación de instituciones que ataquen la problemática de raíz. “No podemos seguir con una ley que durante la democracia no se modificó. Tenemos que atacar las causas de la delincuencia juvenil, como el hambre, el narco… Pero no podemos tratar a los jóvenes de igual manera que los adultos”.