Sus casi 90 años son un fiel justificativo para que los vecinos consideren como un ícono al puente de Albardón. El gigante de hierro está ubicado sobre el Río San Juan y sufrió del paso del tiempo e impactantes terremotos, pero nada fue un impedimento para que siga de pie y sea reconocido como un patrimonio.
Embed - Rinconcitos Sanjuaninos: el gigante de Albardón que resiste al paso del tiempo y los terremotos
Existen varias versiones sobre el origen de esta estructura. Una de las más difundidas sostiene que el puente llegó desde Europa junto con el puente de Caucete y que fue inaugurado el 26 de enero de 1936, bajo la gestión del gobernador Juan Maurín. De esta forma, se convirtió en uno de los primeros puentes de hierro construidos en San Juan.
Bautizado en sus orígenes como “Sarmiento”, el puente ha desafiado la fuerza de la naturaleza a lo largo de los años. Resistiendo los devastadores terremotos de 1944, 1977 y 2021, así como las crecidas del río, se convirtió en un símbolo de fortaleza. Sin embargo, en 1991 sufrió un duro golpe cuando un accidente con una grúa le costó uno de sus cinco tramos, marcando el inicio de su retirada progresiva del uso vehicular.
El destino del puente tomó un giro significativo en 2004. En noviembre de ese año, el entonces presidente Néstor Kirchner visitó San Juan para inaugurar un nuevo puente, ubicado justo al lado del antiguo. La estructura de hierro, que por entonces corría el riesgo de ser desmontada, fue salvada gracias a la movilización popular. Cientos de vecinos firmaron una petición para que el gigante de hierro no desapareciera, sino que permaneciera como un ícono de Albardón.
La solicitud fue escuchada, y hoy el viejo puente sigue en pie, uniendo el pasado con el presente del departamento. Actualmente está en desuso para el tránsito vehicular, cuenta con un sector con colores celeste y blanco, con un sol, en referencia a la bandera argentina.