Nostalgia en las redes sociales. En los últimos días, un perfil de Facebook mostró el antes y después de las estaciones de trenes que funcionaron en San Juan durante gran parte del siglo XX.
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SUSCRIBITEUn perfil de Facebook muestra imágenes del recuerdo sobre las estaciones y los trenes que funcionaban en la provincia.
Nostalgia en las redes sociales. En los últimos días, un perfil de Facebook mostró el antes y después de las estaciones de trenes que funcionaron en San Juan durante gran parte del siglo XX.
El perfil Ferroclub A7 San Juan mostró las fotos de las estaciones de Caucete y Coll, por donce pasaba el Ferrocarril General Belgrano, y la estación Ramblón (ramal Retiro - San Juan). Además, replicaron el video del tren especial San Juan-Mendoza del 1 de noviembre de 1991.
“De San Juan salían tres vagones con agua a San Expedito. Esa gente vivía del agua ya poco queda de ese pueblo”, recordó un usuario.
El tren salía de la estación San Martín, pasaba por la mítica Bodega del Bono, por la bodega Cinzano, llegaba hasta donde hoy está el parque de Rivadavia -Estación Desamparados-, y de ahí tomaba hacia el noreste cruzando por la calle Libertador, después cruzaba la calle Cabaña, entraba la Bodega lo que fue en su momento Duc de Saint Remí, luego pasaba por la calle Paula Albarracín de Sarmiento, entraba la bodega Maravilla, seguía hacia el noreste, pasaba por el costado de la bodega Graffigna, seguía hacia el este. Continuaba camino por la bodega Cádiz o la bodega del Estado y de ahí hacia una curva hacia el sur. Llegaba hasta lo que hoy es la plaza Ítalo di Stéfano -en las espaldas de la Estación Terminal de Ómnibus de Capita-), conocida como Estación Santa Lucía. Luego continuaba hacia el sur y donde hoy está la planta de rotativas de Diario de Cuyo -Estación Trinidad- ahí transitaba en diagonal y volvía nuevamente a la estación San Martín. Ese era el Circuito San Juan.
Los usuarios contaban con dos tarifas. Una era la tarifa económica, con “pechito” o “pecheada”, y la alternativa más costosa. La diferencia de precio, y saber que lo barato salía caro, se conocía cuando el tren sufría algún inconveniente técnico. En caso de presentarse algún incidente, quienes debían bajar a empujar eran quienes adquirieron el boleto más barato.
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