Que “los 70 son los nuevos 60”, o que “los 60 son los nuevos 40” son frases que desde hace un tiempo a esta parte se escuchan con frecuencia, y hay mucho de cierto en aquellas expresiones. Llegar a los 50 o 60 años antes solía pensarse como un momento de retiro y abandono de muchas actividades, mientras que hoy en día hay cada vez más personas activas, productivas y disfrutando de los momentos que regala la vida. La intimidad física y la sexualidad juega un rol fundamental en esta etapa, y para comprender un poco más, la sexóloga sanjuanina Alexandra Amorós brinda una práctica guía sobre qué saber para no padecer.
"En general las personas a esa edad se enfrentan más que nada con prejuicios del sistema médico y lo que dice también la sociedad. Hay una especie de idea social errónea de que la sexualidad tiene una fecha de vencimiento, que hay una edad en la que se puede y una en la que no", comenta la profesional. Superar esa barrera, dónde la mayor parte del trabajo depende de la voluntad de uno, sin duda permitirá poder conectarse con uno mismo para darle paso al compartir con otra persona, sea una pareja estable de años o una relación naciente.
En algunas ocasiones superar esos prejuicios debe ir de la mano de un control médico e incluso acompañamiento psicológico. Esto es porque el cuerpo tiene un desgaste físico propio de la edad, y no todos los estimulantes que hay en el mercado, de venta libre como recetados y hasta aquellos que se consideran naturales, funcionan de la misma manera en todas las personas. Patologías como retraso en la excitación, disminución de la lubricación vaginal o disminución de la rigidez peneana pueden ser tratadas sin que ello representen un impedimento para intimar. Por su parte, la salud mental es indispensable ya que muchas veces se puede ver entorpecida la conexión con el placer.
Una de las principales dudas que Alexandra recibe en su consultorio tiene que ver con la "discrepancia del deseo". Al respecto, la profesional comentó: "Esto pasa cuando una de las partes de la pareja quiere más que la otra. El desafío ahí es tender puentes. Siempre va a pasar que una parte va a querer más que la otra. Esta idea romantizada que las dos personas se miran y surge la magia, es un mito. Hay que ver el estado de la relación, qué factores protectores hay y cuáles no".
Otro aspecto a considerar a la hora de intimar es el uso del preservativo como método de barrera. Si bien las probabilidades de embarazo son nulas, eso no quita que no exista el riesgo de contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual. Incluso un dato llamativo proveniente del Ministerio de Salud de la Provincia es el incremento de casos de sífilis en mayores de 50 años. Pese a ello, la profesional reconoce que varios pacientes mayores son reticentes al uso de profilácticos, en parte por falta de costumbre, en parte por desconocimiento. "En realidad hay mayor propensión al contagio, ya que las paredes de las mucosas son más permeables y puede haber más lesiones".
Para disfrutar de ese momento de intimidad, lo fundamental es dejar de lado la edad. Cualquier persona puede pasar un buen momento si busca conectar con el placer en todas sus formas. “La sexualidad se reinventa en cada etapa de la vida y en esta edad es un buen momento para crear redes o incluso descubrir nuevas prácticas o retomar otras olvidadas, sin dejar de lado los cuidados de siempre, como preservativos, consentimiento y comunicación”, detalla la profesional.
Y finaliza: “Siempre que la persona practique el sexo desde su deseo genuino, el momento será positivo. Si se hace por imposición o mandato hay que estar en alerta. El deseo se construye y reconstruye a lo largo de toda la vida. Se puede trabajar y cultivar como la mayoría de los placeres”.
