Un reconocido asador tiró la bomba: la punta de espalda, ¿es mendocina?

“¿Quién invento la punta de espalda?”, es el título del video. Luciano “Laucha” Luchetti subió a la cuenta de ‘Locos por el Asado’ el paso a paso de la preparación junto con la polémica.

Según manifestó, en Mendoza se “armó un revuelo tremendo que no nos imaginamos”, luego de que aseguraran que la punta de espalda es de San Juan. “La punta de espalda podría haber sido descubierta en Mendoza”, expresó Luchetti.

“Difícil está la cosa, porque en San Juan se lo atribuyen como patrimonio provincial”, continuó. Además, habló de una posibilidad que sea de Chile.

Los comentarios fueron contundentes, y hasta los propios vecinos atribuyen el corte de carne a San Juan. “Yo soy de Mendoza, pero si algo tengo que decir es que la punta de espalada es sanjuanina (a las brasas, a la llama, al gancho). Sanjuanina 100%, Laucha. ¡No cabe duda!”, dijeron.

Así nació la punta de espalda

La punta de espalda lleva años siendo la protagonista en las parrillas sanjuaninas y alguna que otra por ahí. Ocupando un lugar estelar en las conversaciones de los asadores por sus distintas formas de cocción, de presentación. Incluso esta semana que se fue estuvo en boca de todos por convertirse, ley mediante, en plato tradicional de la provincia. Ahora bien, ¿quién se atreve a decir cómo y cuándo nació este singular corte? A continuación, te lo contamos.

El origen de la punta de espalda hay que situarlo allá por los años ‘70, en una carnicería que había en la esquina de Av. Córdoba y Gral. Acha. El ideólogo del corte fue Felipe Flores, muchas más conocido como ‘Pipo’, y quién mejor que él para narrarlo con lujo de detalles.

“La punta de espalda, saliendo completo, lo hace con la solapa, que era como se cortaba antes. En aquel entonces la solapa tenía un precio y la punta de espalda tenía otro, que era más barato, entonces para poder cobrártela un poco más cara, te lo daban con todo el pedazo. Incluso el vacío, el asado de carnicero o el ojal de costilla eran más caro que la punta de espalda”, recordó Pipo.

Ahí fue entonces cuando el ingenio –empujado por la necesidad de abaratar costos- se encendió: “Cuando la tenía que vender sola, la mezclaban con huesos y era lo que te daban para el puchero. Entonces un día le dije al ‘Turco’ Flores, que era el dueño de la carnicería, que me la separara y empecé a idear el corte exacto”.

"Es legalmente sanjuanino y realmente sanjuanino porque nace de un puchero hecho asado". "Es legalmente sanjuanino y realmente sanjuanino porque nace de un puchero hecho asado".

“Me tomó un tiempo encontrar el corte justo porque, si bien es rica y sabrosa, no es muy tierna. Y si le escapás en el corte, no se puede comer ni a palo. La punta de espalda fue barata hasta que se convirtió en la estrella", agregó Pipo.