Un robo ocurrido en el microcentro de San Juan causó temor e indignación. El último miércoles, fuentes judiciales informaron sobre el ingreso de uno o varios delincuentes a la Iglesia de Santo Domingo. Tras este hecho, se detectaron destrozos en el lugar y el secuestro de una computadora. El lamentable incidente abrió el interrogante para conocer lo que sucederá con el histórico templo, que lleva cerrado casi cuatro años.
La seguridad es el tema más importante a considerar durante estos días. Al observar el frente de la iglesia, se percibe que las gigantescas puertas pueden ser violentadas con facilidad, aunque desde el Convento Santo Domingo aseguraron a este diario que los accesos están cerrados por dentro mediante barras de hierro. Este es el caso de la entrada aledaña a calle Entre Ríos, que por fuera se ve que está semiabierta.
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También aclararon que el o los culpables ingresaron por la puerta principal de la parroquia. “Buscaban dinero, pero no encontrar”, afirmaron. Por este motivo, solamente se llevaron una computadora antigua y ocasionaron los daños anunciados por fuentes judiciales.
El robo repercutió en la Policía. Desde el entorno de la iglesia confirmaron que la fuerza local se comprometió a intensificar la seguridad del edificio.
Cabe destacar que la iglesia quedó inutilizable después del terremoto del 18 de enero de 2021 por peligro de derrumbe. Hubo un plan de remodelación, pero los fondos eran acotados para iniciar las obras.
Casi cuatro años pasaron y el panorama en el histórico templo parece que no sufrirá cambios drásticos. Desde la administración dieron a conocer que la iglesia continuará cerrada y las paredes son evidencias de las grietas por la antigüedad del inmueble y los actos vandálicos, como el último robo y los grafitis en la fachada.
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El caso
La tradicional iglesia de Santo Domingo, ubicada en pleno centro sanjuanino, en Capital, se convirtió en el blanco de delincuentes que ingresaron al sitio, provocaron destrozos y se llevaron una computadora. Así lo denunció el cuidador del lugar, quien al regresar este lunes al mediodía, descubrió el paso de los malvivientes.
Por el momento no está claro cuándo fue el golpe del ladrón o los ladrones, pues el encargado de la parroquia situada en Capital, en Av. Libertador y Entre Ríos, se ausentó desde el lunes pasado y recién esta jornada advirtió lo sucedido. Notó que la puerta principal de acceso, que estaba asegurada con un candado, había sido forzada y en el interior el daño fue evidentes.
Según informaron fuentes judiciales, que tomaron cartas en el asunto, las urnas del santuario estaban destruidas y faltaba la computadora que se hallaba en el área de la administración. Fue por ello que el responsable, identificado como Cristian Leoz, radicó la denuncia a personal policial de la División Ciclística, que circulaba por la zona.
Más tarde, tomó participación personal del Ministerio Público, que a través de las directivas del ayudante fiscal José Sánchez, inició la investigación de lo ocurrido. Entre las primeras medidas que se llevarán adelante, las fuentes indicaron que se hará una inspección ocular, croquis ilustrativos, relevamiento de las cámaras privadas y públicas, como así también entrevistas y relevamientos de daños.
Está previsto que funcionarios de la UFI de Delitos Contra la Propiedad intervengan en el hecho que tuvo lugar en el sitio religioso que lleva cuatro años cerrado al público en general, dado los daños que sufrió tras el terremoto del 2021.