En medio del fuerte temporal que azotó este jueves al estado de Santa Catarina, al sur de Brasil, donde miles de argentinos eligieron pasar sus vacaciones, también hubo sanjuaninos entre los afectados. Raquel Gouiric, junto a su familia y la de su cuñada, emprendieron el viaje en dos vehículos desde San Juan el viernes 3 de enero alrededor de las 22, llegando a su destino el lunes 6 al mediodía. Condujeron lenta y prudentemente, sin imaginar que, una semana después, serían protagonistas de un desastre causado por lluvias que dejaron un anegamiento histórico en la zona.
El destino elegido fue Camboriú. “Éramos ocho en total, tres en un vehículo y cinco en otro. Hoy solo puedo decir que se cayó el cielo, pero que, al fin de cuentas, la sacamos barata”, señala Raquel en diálogo con Tiempo de San Juan, desde Misiones, ya en el tramo final hacia sus hogares.
“Por supuesto que la idea era llegar este domingo, pero nos demoramos un día más. No pudimos regresar por la ruta 101, que estaba cortada al sur. Dicen que una parte se hundió, así que tuvimos que tomar otro camino”, relata. “Por supuesto que la idea era llegar este domingo, pero nos demoramos un día más. No pudimos regresar por la ruta 101, que estaba cortada al sur. Dicen que una parte se hundió, así que tuvimos que tomar otro camino”, relata.
Las dos familias estuvieron en la playa central de Camboriú. Si bien allí las lluvias no fueron tan intensas como en Florianópolis, el miércoles el cielo parecía desplomarse. “Mi cuñada salió a comprar pan y vio cómo los bomberos recorrían zonas que parecían ríos. Le indicaron que regresara a casa hasta que el agua escurriera”, recuerda.
Los primeros días habían sido apacibles y tropicales, ideales para la playa. Sin embargo, la última semana comenzó a llover de noche y, aunque los días eran agradables, la situación empeoró hacia el final de la estadía. “El miedo no era tanto por una inundación en nuestra zona, sino por el riesgo de que se cortaran las rutas y no pudiéramos regresar”, agrega.
Finalmente, despacio y con tranquilidad, lograron llegar a Foz de Iguazú y luego a Misiones, en territorio argentino. “Nos hubiese encantado visitar las Cataratas, pero estamos cansados y con muchas ganas de llegar a casa”, comenta Raquel, quien trabaja como middle officer en SJB Finanzas Expertas.
“Amamos Camboriú”
A pesar de todo, no todo fue lluvia e incertidumbre para estas dos familias. “Amamos Camboriú, nos encanta. Incluso antes, cuando nos costaba un poco más. Ahora que está ‘regalado’, ¡con más razón!”, dice con entusiasmo.
Si hubiese contado con más espacio en el vehículo, habría comprado hasta un lavavajillas, según cuenta. “Todo está muy barato: electrónica, ropa, juguetes, bazar, útiles escolares... Ni hablar de la aduana, que es rápida comparada con Chile”.
Las consecuencias del temporal en Brasil
En Camboriú, algunas playas desaparecieron debido a las lluvias, y la avenida Atlántica, que bordea la costa, quedó cubierta por una importante capa de barro. Muchos vehículos estacionados en la calle fueron arrastrados por el agua, y otros, en garajes subterráneos, también quedaron inutilizables.
La ruta BR-101, una de las más importantes de la región, fue cortada en el kilómetro 138 hacia el sur, y barrios enteros quedaron bajo el agua en Florianópolis e Itapema. Además, un accidente de tránsito en el kilómetro 94,8 de Barra Velha obligó a bloquear completamente el camino. Las vías alternativas tampoco podían usarse debido a interrupciones en puntos estratégicos como el kilómetro 132, en Camboriú, y entre los kilómetros 148 y 151, en Itapema.
Asimismo, la avenida Osvaldo Reis, que conecta Camboriú con Praia Brava, fue cerrada por decisión de las autoridades para evitar accidentes, según informó el portal de noticias A24.