Queda menos de un mes para que culmine el verano, pero con el inicio de clases y el retorno de otras actividades, los prestadores turísticos van realizando sus balances de temporada. Si bien hubo años mejores, la demanda cerca del Gran San Juan se mantiene en crecimiento, posicionando otros departamentos como favoritos.
Es habitual que los departamentos alejados piquen en punta en lo que es demanda debido a que registran un clima más fresco y ofrecen paisajes que combinan naturaleza, montañas y agua. Pese a ello, en los últimos años departamentos como Pocito, Zonda y Ullum, por ejemplo, son buscados no solo por turistas que llegan a la provincia, sino también por sanjuaninos que buscan una escapada cerca del Gran San Juan.
“Estamos a 18 minutos del centro, eso nos juega a favor”, comentó a Tiempo de San Juan Marta Ovalles, desde la Cámara de Turismo de Pocito. Conforme al balance de temporada realizado, en enero hubo demanda, pero se iba confirmando sobre la fecha, sin registrar un importante porcentaje de reservas anticipadas; mientras que en febrero la tendencia cambió, detectando un mayor movimiento.
“Si bien hay reservas y sabemos que se va a completar, es la tendencia que hemos notado este verano. En la temporada pasada para diciembre ya teníamos enero completo, mientras que este año se fue completando durante la marcha. Generalmente se quedan mínimo dos noches, y buscan espacios verdes, naturaleza y cercanía al centro. La idea no es solo quedarse, sino también pasear y tener conectividad”, remarcó Ovalles.
Zonda y Ullum también están entre los departamentos más elegidos por quienes buscan cercanía al centro.
“En hospedaje hemos estado entre un 70 y 80% de reservas. En comparación a temporadas anteriores ha sido más floja la temporada. El tema es que ha sido atípica. Antes teníamos enero y febrero completo en diciembre. Ahora era el día a día. No se podía planificar mucho porque era gente que llegaba sin reserva”, detalló Nora Cabrera, de la Cámara de Turismo de Zonda.
Y continuó: “Muchos buscaban cabañas con pileta. También hubo turistas que se inclinaban más por los hospedajes que incluían el desayuno. Priorizaban lugares tranquilos, preguntaban mucho por eso, ya que deseaban descansar y tener su privacidad”.
Sin duda Ullum fue uno de los destinos más buscados y uno de los que mejores temporadas registra. De acuerdo a lo que explicó Alfredo Martín, prestador de la zona, la temporada a diferencia de los otros puntos consultados, comenzó de manera anticipada. “En diciembre ya teníamos un buen porcentaje de reservas. Creemos que esto es porque la gente del Gran San Juan busca un lugar para esparcirse, en lo posible con pileta, y lo bueno es que en el departamento tenemos los diques”, comentó.
Similar a los otros destinos, las cabañas fueron lo más buscado por turistas y sanjuaninos, aunque se reiteró la tendencia del turista que llegaba sin reserva.
“El año pasado fue más duro, el cambio de gobierno impacto. Años anteriores estábamos bien en turismo rural, este año el balance es medio, no ha sido excelente, pero se fue acomodando”, finalizó Alfredo Martín.
Los precios de las cabañas, un atractivo para la escapada
Lo positivo del turismo rural, además de la cercanía a la ciudad y el contacto con la naturaleza, es el costo de estos espacios. Teniendo en cuenta que están más cerca del Gran San Juan, el ahorro en combustible o pasaje es evidente
Solo para tener una idea, el pasaje desde la Ciudad de San Juan a Zonda tiene un costo de $1.535,33; mientras que el pasaje a Ullum vale $2.132,66. Por su parte el pasaje para Barreal, por ejemplo, tiene un valor que ronda los $15.000.
Sumado a eso, el costo del alojamiento también es accesible al bolsillo, ya que se pueden encontrar cabañas donde se cobra desde $15.000 a $35.000 por persona por noche. El valor final depende de los servicios que se ofrezca.
Esto sin duda lleva a que estos destinos cerca del Gran San Juan se vuelvan atractivos no solo para los visitantes que llegan de otras provincias, sino para los mismos sanjuaninos que buscan una escapada de fin de semana y pasar unos días en un lugar tranquilo, lejos der la ciudad.