La noticia sorprendió a más de uno. Especialistas del Parque Faunístico hallaron garrapatas de perro en distintas especies de animales silvestres, como zorros y pumas. Debido a que no había investigaciones en el área, los veterinarios iniciaron un estudio que fue publicado en una revista nacional de renombre. Ahora, ofrecieron detalles a Tiempo de San Juan sobre el descubrimiento y su importancia.
“Desde 2018 estamos trabajando en una colección de parásitos del Parque Faunístico. Cuando se hace el examen de rutina, luego del ingreso de un animal, lo primero que hacemos es revisarlo. Si detectamos que tiene pulgas, garrapatas o algún parásito, se toma una muestra y se guarda. Con esa información estamos armando una especie de museo de investigación”, comentó Cynthia González Rivas, veterinaria y coordinadora del Faunístico.
Justamente, ella y su colega coautor del nuevo proyecto, Gabriel Castillo, quien es doctor en Biología, se especializan en garrapatas y otro grupo de parásitos internos. Es así que iniciaron la investigación. Al respecto, relató: “Comenzamos esta investigación a principios de año, analizando las muestras de parásitos que sabíamos que eran garrapatas de perro, pero que habían sido halladas en animales que ingresaron en el verano de 2021 al Faunístico, que eran silvestres. Eran una cachorra de puma, tres zorros y una comadreja. Todos tenían la garrapata del perro”.
La situación captó el interés de los especialistas que, al buscar información, descubrieron que no había estudios publicados al respecto. Fue así, que iniciaron la investigación. “Para nosotros esta es una información relevante porque nos permite saber que la garrapata puede sobrevivir en otras especies, fuera del perro, del gato y del hombre. Por eso, desarrollamos la investigación y la semana pasada fue publicada en una revista especializada nacional muy reconocida llamada Acta Zoológica Lilloana”, detalló González.
Pero, ¿para qué sirve este descubrimiento en la práctica? La veterinaria comentó: “Nos ayuda en el proceso de rehabilitación de los animales. Dentro de las evaluaciones que hacemos tenemos que saber de dónde viene. Si es un animal que es silvestre y viene de su hábitat porque recién lo han capturado, podemos rehabilitarlo y regresarlo a su sitio. En cambio, si es un animal que ya lleva un tiempo en cautiverio, lo rehabilitamos, pero no podemos liberarlo”.
Entonces, si los animales silvestres tienen garrapatas de perro, los especialistas pueden inferir que han estado un tiempo prologando en cautiverio y, como consecuencia, “es muy difícil que se pueda rehabilitar para su liberación”, dijo González.
Y agregó: “Así como llegaron estos zorros y pumas con parásitos de perros, también en algún momento nos llegaron gatos monteses con parásitos que son propios de ellos. Entonces, pasó lo mismo a la inversa, sabíamos que esos animales sí se podían rehabilitar y, luego, reincorporar a su hábitat”.
La historia de los animales infectados por las garrapatas
González indicó que los zorros en los que detectaron las garrapatas fueron tres. Uno de ellos fue encontrado en la zona de la Avenida Ignacio de la Roza, cerca de la Universidad Católica. Algunas personas llamaron a la Policía Ecológica para informar que habían visto al cachorro caminando por el canal. Como consecuencia, Ambiente lo rescató y lo trasladó al Faunístico. “Evidentemente, alguien lo había traído y después lo soltó o se lo escapó”, analizó la veterinaria.
El otro caso fue el de un zorro, también cachorro, hallado en una calle de Ullum. Y el tercero, fue el de una zorra encontrada en Pocito. En esta oportunidad se trataba de un animal adulto y no pudieron estudiarlo demasiado porque murió pocas horas después del rescate. “Venía en muy malas condiciones. Estaba como deambulando la orilla de la ruta y aparentemente tenía un tipo de problema neurológico”, detalló.
Al mismo tiempo, acentuó que, efectivamente, todos habían estado en zonas urbanas o periurbanas y, por la presencia de las garrapatas, pudimos determinar que llevaban un tiempo prologando en esa situación.
En cuanto al puma, indicó que se trató de un animal que estaba en venta en Caucete y un grupo de proteccionistas se hicieron pasar por compradores y se encontraron en la Terminal con quienes lo ofrecían, junto con la Policía. Las personas responsables se dieron a la fuga, pero las autoridades lograron rescatar al animal. “Esa pumita terminó en el Faunístico y estaba completamente llena de garrapatas. Por eso, aunque no conocíamos sus antecedentes, pudimos determinar que llevaba mucho tiempo en cautiverio y no podía ser liberada”, explicó González.
El último caso fue el de la comadreja. “Este caso es distinto, porque la comadreja normalmente está en ambientes urbanos. Come insectos, ratas, por eso es más común encontrarlas en las ciudades. Ella apareció en una escuela y la trajimos para tratarla”, indicó para finalizar.