Una escapadita al mar es para muchos sanjuaninos una enorme recompensa tras un año de puro trabajo y estudios. Y en este escenario, el Paso Internacional de Agua Negra sale a la cancha de titular teniendo en cuenta factores económicos y temporales.
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SUSCRIBITELa Serena vuelve a presentarse como una atractiva opción para vacacionar. Tiempo de San Juan transitó el camino que se habilitó hace una semana, que en líneas generales -y constante mantenimiento de por medio- se convierte en una alternativa interesante para llegar al Pacífico. Por Jorge Balmaceda Bucci y Celeste Roco Navea. Fotografía Gabriel Iturrieta.
Una escapadita al mar es para muchos sanjuaninos una enorme recompensa tras un año de puro trabajo y estudios. Y en este escenario, el Paso Internacional de Agua Negra sale a la cancha de titular teniendo en cuenta factores económicos y temporales.
Son unos 505 km los que separan San Juan de La Serena y desde la semana pasada ya se pueden conectar con la apertura de este camino que se corona en un límite ubicado a 4780 metros sobre el nivel de mar.
Desde la Capital sanjuanina se tiene que poner rumbo a Iglesia y desde ahí buscar el Complejo Aduanero de Las Flores. Más o menos se deben invertir unas dos horas y media de viaje. Hasta la misma oficina de migraciones del lado chileno hay unos 90 km, de los cuales aproximadamente 80 son de ripio.
Los pro de este trayecto son las imponentes postales que regala la naturaleza entre los erguidos cordones montañosos de la Cordillera de los Andes, las formaciones de hielo que dejó el invierno y unos cuantos caprichos de la naturaleza.
También hay que mencionar los contra, o más bien las precauciones a tener en cuenta. El deshielo propio de estos tiempos genera que haya algunas zonas en las que se debe prestar mayor atención para no tener ningún sobresalto.
Tras siete días de considerable tránsito aún no se han formado los temidos pianitos que provocan traqueteos en los vehículos. Y a eso hay que sumarle el constante trabajo de mantenimiento que se hace a ambos lados de la división cordillerana.
Aunque pueda sonar obvio, es muy importante no olvidar abrigo y estar atentos a alguna que otra ráfaga que pueda hacerse presente. Asimismo, para combatir algún síntoma de puna es muy bueno tomar agua en sorbitos pequeños y no realizar movimientos bruscos, y ni hablar de pegarse un trotecito para evitar quedarse sin aire cuando se hace esa parada que invita estirar las piernas.
Este sublime escenario que atraviesa el zigzaguente trazado cuenta con algunos miradores que invitan a selfies y fotografías convencionales.
Además, camionetas de Vialidad Nacional del lado argentino y de su par chileno pasando el límite realizan constantes "patrullajes" por si alguien tiene algún imprevisto mecánico o necesita alguna asistencia.
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