Durante el mediodía de este domingo 17 de noviembre, se dio a conocer la triste noticia del fallecimiento de Mónica Lencina. Fuentes cercanas a ella aseguraron a este medio que su descenso fue alrededor de las 11 de la mañana. Lencina fue una pionera en la defensa de los derechos de las trabajadoras sexuales en San Juan, luchando durante años por la dignificación de esta labor y la visibilización de las problemáticas que enfrentan. Hasta el momento, no hay detalles sobre su velatorio y sepelio.
Su historia de vida fue un ejemplo de lucha y superación. En sus inicios, Mónica tomó la decisión de ingresar al trabajo sexual en un contexto de necesidad. A lo largo de su vida, compartió que, que encontró en el trabajo sexual un medio para sostenerse a sí misma y a sus tres hijos, luego de separarse de su primer marido. Sin embargo, también fue consciente de las injusticias y dificultades que vivían sus compañeras, lo que la llevó a volverse una defensora de sus derechos.
En una de sus declaraciones en charla con Tiempo, Lencina mencionó que fue discriminada y perseguida en varias ocasiones, lo que sólo reforzó su determinación por luchar. Fundó en San Juan la primera organización local de trabajadoras sexuales, buscando acceso a derechos como la seguridad social, el reconocimiento laboral y la atención médica adecuada. Para ella, era crucial que las trabajadoras sexuales fueran vistas como sujetas de derechos, más allá del estigma social que se les imponía.
Uno de los hechos más destacables fue representar a San Juan en espacios nacionales, donde luchó para que sus compañeras fueran reconocidas y tuvieran voz propia. Su compromiso se reflejó en la búsqueda constante de mejores condiciones de trabajo y en su empeño por educar a la sociedad sobre la importancia del respeto y la igualdad para todas.
Con su partida, San Juan y Argentina pierden a una voz valiente que abrió caminos para muchas mujeres. Aunque ya no estará físicamente, su legado sigue vivo en las luchas que continúan sus compañeras.