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SUSCRIBITETras un año sin poder realizarse, en la noche del sábado miles de personas disfrutaron de esta fiesta anual en la que entran en juego la tradición, el arte y la gastronomía valenciana que vive en San Juan
El Centro Valenciano de San Juan volvió a disfrutar de su gran noche de Fallas a la que no le faltó de nada y en la que se compartieron muchos sentimientos. Miles de personas dijeron presente en el club ubicado en Gral. Acha y República del Líbano para disfrutar esta singular celebración que honra a la comunidad valenciana que vive en San Juan tras un año sin haberse celebrado.
La convocatoria oficial era a las 21.30, pero desde antes en ansioso público fue poblando la zona destinada a las mesas frente a un escenario que volvió a irradiar luces, arte y muy buenas energías.
Pasadas las 22.00 horas llegó el turno de la apertura oficial con la entrada de las imágenes de la Virgen de los Desamparados y San José, patronos de Valencia, quienes contemplaron desde un lugar de privilegio cada detalle de los festejos que se extendieron hasta la popular quema del Ninot, el cual en esta ocasión recordaba el triste momento que vivió a finales de octubre del año pasado la Comunidad Valenciana.
En el medio de estos fuertes momentos, los presentes pudieron disfrutar de las delicias gastronómicas que tienen su origen al margen del río Turia como pastissets, mantecados, bocadillos valecianos, paella y la siempre refrescante agua de Valencia.
Hugo Soliveres, presidente del Centro Valenciano, fue el encargado de darle la bienvenida a todos los asistentes a este nueva edición de las Fallas evocando y agradeciendo en su discurso a su padre Salvador Soliveres por haberle transmitido las costumbres y el fuerte sentimiento valenciano.
Acto seguido se produjo la renovación de la fallera mayor, momento en el que Eugenia Giner le cedió tan prestigiosa posición a Guadalupe Moya, siendo uno de los instantes con más emoción de la noche.
Mientras la felicidad se seguía apoderando del lugar, empezaron los números artísticos con la presentación de la academia de danza españolas del Centro Valenciano. El siguiente turno fue para los chicos de Donaires. Los hermanos Melisa, Leo y Pablo Quiroga Cisella desplegaron buena parte de su repertorio encontrando como respuesta el caluroso aplauso del público.
Luego llegaría el momento de Aire Flamenco con Marisa Gil como gran protagonista, muy bien acompañada por el carismático Juanse Arano. Su paseo por distintos ritmos españoles, maridado exquisitamente por las llamativas coreografías de un excelente ballet, desató más de una ovación y algunos bises.
Doble A y Baile Canela y Fuego sumaron su impronta a la grilla de artistas locales, mientras que el cierre estuvo a cargo de La Clave Trío, que llegaron desde Córdoba con su propuesta folklórica de altísimo nivel.