Mientras el aislamiento continuaba, el 7 de abril de 2020, Salud Pública emitió el primer parte diario sobre el estado del coronavirus en la provincia en el que se encontraban los resultados de cinco test hechos en el laboratorio del Hospital Rawson y ya no en el Instituto Malbrán de Buenos Aires, un avance para hacer los análisis de manera rápida y poder detectar con urgencia un eventual nuevo caso positivo. Finalmente, ese segundo contagio fue detectado el 10 de abril de ese año. Nuevamente un contagio importado, correspondiente a una mujer que había llegado la última semana de marzo desde Brasil y que había sido internada con neumonía.
Mientras las medidas preventivas continuaban avanzando y las autoridades controlaban los ingresos a San Juan para detectar cualquier caso sospechoso de la enfermedad, un nuevo contagio se registró el 5 de mayo de 2020 y, con el correr de los días se volvió polémico. Se trató de un hombre de 43 años, transportista, que había estado internado en la provincia de Buenos Aires por una afección respiratoria, donde tres test le dieron negativo y llegó en vuelo sanitario. Sin embargo, ya en la provincia, se detectó que lo que padecía era Covid.
Ese hecho derivó una semana después en el cuarto contagio detectado en San Juan, esta vez por contacto estrecho, es decir, se trató del primer caso autóctono. Justamente, la cuarta paciente era hermana del transportista, una médica que trabajaba en el Hospital Rawson donde estaba internado su hermano. La situación encendió las alarmas de las autoridades, quienes denunciaron a la doctora e iniciaron una investigación para determinar si había ingresado a ver al hombre violando todos los protocolos de seguridad.
Mientras la provincia se mantenía con las personas contagiadas bajo aislamiento, implementó el primer cambio en torno a la cuarentena. El 18 de mayo, nacieron las “caminatas saludables”, que permitían a las personas que no integraban grupos de riesgo salir y andar 500 metros a la redonda de sus hogares. Días después se amplió el horario de comercio, reabrieron los templos sin celebraciones y se habilitó a salir a los mayores de 60 años, siguiendo estrictos protocolos.
Recién el 13 de junio, se habilitó la presencialidad laboral y sólo quedaron restringidas las personas que integraban los grupos de riesgo. Al mismo tiempo, se liberó la circulación en la Peatonal, siguiendo una serie de reglas, y se habilitó las reuniones sociales con un número delimitado de personas. Días antes se había permitido que volvieran a trabajar las industrias y el regreso de la actividad deportiva.
El brote que lo cambió todo
Poco a poco, siguiendo todos los consejos, medidas y restricciones, los sanjuaninos siguieron adelante bajo “la nueva normalidad”. Sin embargo, el 19 de agosto llegó la noticia que todos habían estado temiendo, las autoridades del Ministerio de Salud anunciaron la detección de un caso de coronavirus en Caucete y, posteriormente, se confirmó dos contagios más en la zona.
En el marco del Plan de Seguridad ante la posible circulación viral, las autoridades decidieron aislar los barrios Justo P. Castro I y Justo P. Castro III del departamento del Este. Luego, se anunció el aislamiento total de Caucete y la implementación de la fase de cuarentena estricta. Una semana después de aquel primer contagio detectado, el 20 de agosto, las autoridades comunicaron la detección de 13 nuevos casos de Covid, todos en el mismo departamento.
Sin embargo, la situación se complicó aún más al día siguiente, cuando se informó sobre 17 nuevos contagios, entre los que había habitantes de diferentes barrios de Santa Lucía. Como consecuencia, las autoridades decidieron bloquear tres barrios de ese departamento.
Por la tarde de ese mismo viernes, el Gobierno provincial anunció que San Juan ingresaba nuevamente a la Fase 1 de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio desde las 12 del sábado 22 de agosto y por 14 días. Durante el primer día de cuarentena estricta en San Juan, se confirmaron 33 casos nuevos. Se extendieron los bloqueos en Capital, Rivadavia y Sarmiento, en el marco del control de brote.
El domingo 23, San Juan pasó la barrera de los 100 casos de coronavirus detectados y las autoridades del Ministerio de Salud oficializaron la “transmisión local por conglomerado” del virus en Caucete.
Sólo un día más tarde, el 24 de agosto, la provincia lamentó el primer fallecimiento. La víctima fue un hombre de 74 años de Caucete, que permanecía internado en el Hospital Rawson.
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Cantidad de casos de coronavirus registrados en cada uno de los departamentos de San Juan durante 2020.
Ese día, además, la provincia sumó 23 nuevos casos de coronavirus, detectados en Capital, Santa Lucía, Rivadavia, Sarmiento, Chimbas y Angaco. A partir de ese momento, los contagios comenzaron a registrarse, en mayor o menor medida, en todos los departamentos de San Juan y el número de víctimas fatales fue en aumento.
La salida del brote y la enfermedad como una constante
Tras el fuerte remezón, recién el 5 de septiembre, San Juan retornó a la Fase 3 luego del brote de Caucete y comenzó la nueva reapertura de las actividades económicas. Más allá de eso, los contagios continuaban y las autoridades decidieron intensificar los testeos, incluso realizando test rápidos en la Peatonal.
Para el 22 de noviembre de 2020, las autoridades del Ministerio de Salud anunciaron un dato estremecedor, San Juan había superado los 200 fallecimientos por coronavirus. Es tanto que, días después, a 100 días del brote de Caucete, la provincia contabilizaba 10.782 casos de coronavirus, sumando en promedio más de 108 casos diarios.
En ese triste contexto, la esperanza llegó recién el 24 de noviembre de 2020, cuando se anunció el inicio de la campaña de vacunación, que comenzó el martes 29 de diciembre de 2020. Los primeros en recibirla fueron 2.250 sanjuaninos, no había más dosis por entonces. Las personas más vulnerables a los riesgos, fueron las primeras en recibir la inmunización, que luego, paulatinamente, se fue extendiendo al resto de la sociedad sanjuanina.
Un año más tarde, el 29 de diciembre de 2021, San Juan acumulaba 1.294.744 vacunas administradas, el 84% de la población había recibido una dosis y más del 70% tenía el esquema de vacunación completo.
Más allá de la inmunización y de que el impacto del coronavirus fue disminuyendo, el 20 de marzo de 2022, dos años después del inicio de la cuarentana, el parte del Ministerio de Salud sobre la enfermedad informaba que los contagios confirmados habían alcanzado los 144.546. En tanto que, las víctimas fatales por la pandemia llegaban a 1.317. Una oscura cifra que, para mediados de noviembre de ese año, cuando el organismo decidió dejar de emitir los informes diarios, había alcanzado los 1.343 fallecimientos.