Alrededor de una veintena de proyectos de investigación de CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) que se desarrollan en San Juan se encuentran en jaque. La falta de fondos que llegan Nación es el principal motivo que llevó a los investigadores a encontrarse ante una situación compleja, y las pocas certezas para lo que viene abre las puertas a un panorama incierto.
Los recursos de CONICET se dividen en tres líneas. Una de ellos es para los sueldos, que en San Juan son alrededor de 400, entre personal de apoyo (100), investigadores (200) y becarios (100). La otra es para gastos de funcionamiento, mientras que una tercera línea está enfocada a los proyectos de investigación.
Vicente Mut, director del Centro Científico Tecnológico CONICET San Juan, detalló a Tiempo de San Juan que las dos primeras líneas se mantienen y hasta el momento no registraron demoras, recorte o inconveniente; pero lamentablemente la tercera línea fue alcanzada por la gestión de la “motosierra”.
“No es el número exacto, pero estamos hablando de unos 20 proyectos de investigación aproximadamente. Son proyectos de todos los perfiles: proyectos de ciencias exactas, sociales, temas que tiene que ver con el medio ambiente, ingeniería en la parte eléctrica, química, alimentos. Mucho con la astronomía y las ciencias de la tierra entre otros”, detalló Mut.
Por lo general, las partidas que se designan para investigación se destinan a la compra de insumos informáticos, químicos, entre otros; arreglo de equipamiento o adquisición de equipamiento nuevo; viajes de campo; compra de bibliografía entre otros fines. Sin este dinero, los proyectos no pueden avanzar en los tiempos previstos en sus inicios, y se deben estudiar alternativas para que los avances conseguidos hasta el momento no se pierdan.
Mut explicó que algunos estudios pudieron ir avanzando, a cuentagotas, gracias a financiamiento internacional que consiguieron los mismos investigadores por fuera o con recursos de investigaciones pasadas. Otros directamente reactualizaron sus cronogramas de tareas, prorrogando los plazos, mientras se espera que lleguen las partidas con los valores comprometidos que, dicho sea de paso, se encuentran desfasados por la inflación.
No solo el avance de las investigaciones está en juego. Con las demoras y la falta de recursos, todo aquello que es formación de recurso humano como tesis de doctorado están en jaque. “Las becas si bien se están pagando, los procesos de investigación están complicados”, precisó Mut.
La situación que está atravesando el CONICET no es nueva. Si bien se vio profundizada la crisis tras la asunción de Javier Milei, quien ejecutó desde el primer minuto una política de ajuste, el atraso o no envío de fondos se registra desde finales de la gestión anterior, es decir, hace aproximadamente un año. Si bien desde hace tiempo se vienen realizando gestiones permanentes, primero desde las autoridades locales ante el Directorio Nacional, y luego del Directorio ante las autoridades del Ministerio de Economía de Nación, los fondos siguen trabados, el panorama se vuelve cada vez más complejo y hay pocas certezas para el corto plazo.
“Hay que esperar la liberación de fondos. Tenemos la confianza que los fondos comprometidos se envíen de forma completa. Hasta ahora el compromiso es que becas y funcionamiento se mantiene. El dinero si se ha enviado, pero de lo demás no sabemos mucho”, finalizó Vicente Mut.