Domingo Faustino Sarmiento tuvo una relación muy especial con sus padres. Su amor y devoción por doña Paula Albarracín es de público conocimiento y hay una infinidad de historias que fueron difundidas por el propio Maestro de América. El lazo con su padre Clemente continúa siendo una incógnita para muchos, pero diversos hechos confirmaron el tenso vínculo lleno de desaires y rechazos por parte de quien fuera Presidente de la Nación hacia su progenitor.
“Don José Clemente Sarmiento mi padre, joven apuesto (…) Era mi padre un hombre dotado de mil calidades buenas, que desmejoraban otras, que sin ser malas, obraban en sentido opuesto”, escribió Domingo Faustino en ‘Recuerdos de Provincia’. También mencionó que fue un arriero de tropa y tenía “un odio invencible por el trabajo material, inintelijente i rudo en que se había creado”.
Pero Clemente no fue un simple arriero. Tuvo cuatro sueldos, y muy bien remunerados. Fue diputado provincial, ocupó un cargo como mandamás de Hacienda en San Juan, contó con una pensión por ser soldado del Ejército y también por ser comisario -uno de los pocos autorizados para llevar armas por la calle-, según el testimonio del historiador Rubén Darío Guzmán.
A esto se sumaron un cúmulo de propiedades en San Juan y Chile. También fue dueño de cuatro esclavos y contaba con dos empleadas y una mujer que ayudaba en la mítica casa. Durante la juventud de Sarmiento, el precio de un esclavo era similar a los valores de una finca. Además, tenía el control de las bocas de agua de los ríos. “Gozó de muchas influencias y contactos”, dijo Guzmán.
Los desaires del prócer sanjuanino hacia su padre fueron más evidentes durante la juventud. Un trágico hito marcó esa relación. Ocurrió cuando Sarmiento tenía 19 años e integró la fuerza unitaria en la batalla de Pilar, aquella que terminó con la vida de Francisco Narciso Laprida. Guzmán relató que, tras el conflicto, el Maestro de América huyó hacia Chile y se encontró con su padre, quien “pasaba seis meses en San Juan y otros seis” en el país trasandino. Una sorpresa, de muy mal gusto para Domingo Faustino, lo dejó paralizado y nunca más volvió a ver, ignorándolo durante grandísima parte de su vida, contó el historiador.
La post-separación de padre e hijo fue muy dura para el Sarmiento más famoso del clan. Tuvo graves problemas de salud debido a las diferencias con José Clemente, principalmente cardíacos. Hasta debió permanecer internado por un tiempo, dijo Guzmán.
El documento inédito que haría explotar de enojo a Domingo Faustino
El profesor de historia cuenta con un material fehaciente sobre el amplio poder y patrimonio que administraba don José Clemente. El documento tiene cerca de 200 años y sirvió para la formalización de una venta de terrenos en San Juan.
El escrito está firmado por el padre del Maestro de América al final de ese legendario comprobante. El tratado también involucra a la Iglesia Católica, principalmente a la figura del Obispo Diocesano de Cuyo, y aparecen nombres como Pedro Bustos y Juan Bracamonte. La cifra en cuestión fueron 397 pesos, una suma millonaria para la actualidad.
Pero una frase del escrito llama poderosamente la atención. La oración se encuentra al principio del documento y apunta fuertemente contra las convicciones del prócer. Ese pacto, que lleva la firma de José Clemente Sarmiento, manifestó en primer término: “¡Viva la Confederación Arjentina!”. Abajo cuestiona a los “salvajes unitarios”.
Cabe destacar que Sarmiento fue soldado unitario. Su nombre era mala palabra para la Confederación Argentina, liderada durante 17 años por su acérrimo enemigo Juan Manuel de Rosas. “Estando prohibidos hoi en la Confederación Arjentina mis escritos” , expuso el sanjuanino en ‘Recuerdos de Provincia’.
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