Las Fallas Valencianas son una gran oportunidad para adentrarse en la rica cultura que habita desde hace siglos en la costa levantina de España, y que el destino terminó depositando en suelo sanjuanino. Y también, para los que ya tienen alguna que otra edición encima, son una excelente excusa para disfrutar de unos de los grandes tesoros nacidos en la tierra atravesada por el Turia: el Agua de Valencia.
Es una bebida rica y refrescante, que marida muy bien con los calores que aún se sostienen en San Juan para mediados de marzo. Pero, antes de pasar a la receta, un destello de historia para contextualizar. O, mejor dicho, un ligero y particular repaso por una doble historia que permitirá conocer cómo nació bajo el cielo español y qué cartas jugó el destino para que terminara aterrizando hace 15 años atrás en el Centro Valenciano ubicado en General Acha y República del Líbano.
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Melisa Gunella y Hugo Soliveres, presidente del Centro Valenciano, degustando la riquísima Agua de Valencia.
La generosa Melisa Gunella, ex fallera del 2013, fue la encargada de echar luz sobre este escenario, principalmente porque ella protagonizó la segunda parte del camino de esta deliciosa bebida entre Valencia y San Juan.
“Cuenta la historia que el Agua de Valencia surge allá por 1959 en una la cervecería del centro de la ciudad que se llama Café Madrid. Al parecer un grupo de vascos, que solían frecuentarla, le dijeron al propietario que estaban cansados de tomar ‘Agua de Bilbao’ y lo desafiaron a crear otra bebida que fuese novedosa. El dueño aceptó y a lo primero que echó mano fue a unas naranjas, que son tan típicas de Valencia y son exquisitas. Y a eso le sumó vodka, ginebra y champagne, todas las bebidas que tenía a mano y que a la vista parecen agua”, comentó Melisa, quien es una de las integrantes de la subcomisión de ex falleras, la cual se encarga de preparar una importante cantidad de litros de este elixir para la noche de Fallas.
El Agua de Valencia surge allá por 1959 en una la cervecería del centro de Valencia que se llama Café Madrid, a través de un desafío que un grupo de vascos le propusieron al propietario del local El Agua de Valencia surge allá por 1959 en una la cervecería del centro de Valencia que se llama Café Madrid, a través de un desafío que un grupo de vascos le propusieron al propietario del local
Esa fue la génesis de la joyita valenciana, pero falta el lazo de unión con San Juan. Y ahí es donde todos los focos apuntan con más intensidad a Melisa: “En el 2009 yo formaba parte de la Subcomisión de Jóvenes del Centro Valencia y existía un programa del gobierno de España que se llamaba ‘Conoce tu Comunidad’, destinado a todos los descendientes de españoles que querían conocer la tierra donde nacieron sus antepasados. Yo tuve la suerte de ser una de las cuatro elegidas en San Juan”.
“Allá nos juntamos con gente de todo el mundo que tenía sus raíces en España y un día estábamos en una playa -era verano en Europa- y los coordinadores agarraron un recipiente, exprimieron naranjas y le agregaron las bebidas blancas que comenté. Lo mezclaron y nos dieron a probar con un cucharón. A nosotros nos encantó y decidimos traer esa novedad para compartir con todos en las Fallas que se hicieron en marzo del 2010 ”, agregó Gunella, quien recalcó con un toque de humor que hay que tomarla con cautela “porque de agua precisamente no tiene nada”.
En 2009, durante un encuentro de jóvenes en una playa de Valencia nos lo dieron a probar. Nos encantó y decidimos traer esa novedad para compartir con todos en las Fallas que se hicieron en marzo del 2010 En 2009, durante un encuentro de jóvenes en una playa de Valencia nos lo dieron a probar. Nos encantó y decidimos traer esa novedad para compartir con todos en las Fallas que se hicieron en marzo del 2010
La receta del Agua de Valencia
Ahora sí hay que agarrar el lápiz y el papel o hacer una captura de pantalla porque llega el momento de la receta. Melisa, una enamorada de las tradiciones valencianas y gran difusora de las mismas, la compartió encantada: “No creo que se tarde más de 10 minutos en prepararla y debo decir primero que nada que lo mejor es hacerlo con jugo natural de naranja o en su defecto con estos jugos tan conocidos en San Juan que son prácticamente lo mismo. Además, las bebidas blancas tienen que ser de buena calidad para que se termine notando en el producto final”.
“Para 2 litros de jugo de naranja hay que usar una botella de champagne, 250 cc de vodka y 250 cc de ginebra. De ahí se puede sacar la proporción si se quiere hacer más o menos. Eso se mezcla en un recipiente acorde con una cuchara de madera. Si se quiere que sea más dulce se le puede poner un poco de azúcar a gusto y también elegir un champagne más sexo o semidulce. Si se quiere más amargo, por así decirlo, entonces optar por un champagne brut o extra brut. Lo ideal es prepararla con tiempo para que repose y se sirve en vasos de boca ancha o en copones junto con hielo. No es recomendable poner el hielo en el recipiente grande porque se puede aguar como quien dice”, remató Meli.