Esta semana desde Defensa al Consumidor recordaron que la provincia adhirió a la normativa nacional que exceptúa a los eventos privados de pagar los derechos por el uso de música que se deben abonar a SADAIC y AADI CAPIF. Esta medida fue celebrada por los dueños de salones de eventos que están nucleados en la CASE, ya que señalan que era un flagelo que azotaba al sector.
Ernesto Cortinez, presidente de la Cámara de Salones de Eventos comentó a Tiempo de San Juan que se recibió de buena manera la disposición nacional en el sector. “Lo único que lograban con este cobro monopólico era poner en riesgo la actividad, ya que la gente salía de los salones porque no podían pagar”, aseguró. Si bien se trata por el pago de derechos, muchos lo tomaban como impuestos.
Al ser consultado sobre cuál era el monto que se debía pagar por el uso de música en los eventos, Cortinez señaló que ese era el principal inconveniente que tenían tanto con la gente de SADAIC colmo de AADI CAPIF, ya que, según expresó “el monto variaba de acuerdo a la cara del cliente”.
“Era un cobro irregular, porque a uno le cobraban un importe, a otros otro importe. Muchas veces solicitábamos que nos dijeran en qué se basaban para definir el arancel y nunca tenían una explicación. Lo cuento como ejemplo porque lo he visto. En un evento de 150 personas se pagaba $400.000 y en otro evento similar, en el mismo lugar con la misma cantidad de personas se cobraba $150.000. Nunca se aclaró el porqué de la diferencia”, aseguró el presidente de la CASE.
Por otro lado, confirmó que el pago lo debía afrontar el cliente, lo que incluso consideran ponía en riesgo la actividad, ya que entienden que los montos que se manejaban impulsaban a los clientes a buscar otros espacios para hacer sus eventos, alimentando las fiestas en lugares no habilitados donde no se exige ese tributo. Teniendo en cuenta esto, no descartan que haya una mayor regulación de la actividad, ya que es dinero que se ahorra la persona que contrata el salón para realizar su festejo, apostando por espacios habilitados.
La medida fue celebrada por un sector que viene golpeado desde la pandemia y aun no logra recuperar el ritmo de demanda que tenía desde antes del 2020. Con demanda promedio, señala el presidente de CASE que continúan en auge las fiestas con menos cantidad de invitados.