Una cena muy top, con un fin solidario reunirá este jueves 28 de noviembre a los 100 empresarios más poderosos de San Juan para tocar su sensibilidad social: que con sus donaciones se pueda reabrir la Casa de la Bondad, un espacio de contención para enfermos terminales vulnerables que maneja la ONG Manos Abiertas.
Este lugar único en San Juan, ubicado en Paula Albarracín de Sarmiento al 777 Sur, tuvo que cerrar sus puertas en mayo del 2023 por no contar con fondos suficientes para mantener a los cuatro enfermeros que ocupaban para cuidar a los pacientes.
Durante 10 años allí se cuidaron con atención física y emocional a más de 200 sanjuaninos que no tenían familiares o un hogar digno hasta el último día de sus vidas. Desde entonces, Manos Abiertas solo continua con esa labor de acompañamiento a través de sus voluntarios en el hospital Rawson.
Cenar, brindar y donar
Para revertir esa situación, se ha organizado una acción privada que promete ser “el evento” social solidario del año en San Juan. Bajo el nombre “Somos 100 amigos”, el empresario Miguel Ángel Alessi -autor intelectual de la movida-, ha hecho un llamado a ese número exacto de personas a una cena donde realicen donaciones.
La meta es que los empresarios más ricos de San Juan dejen de mirar a otro lado, toquen su fibra intima de sensibilidad y hagan donativos generosos para garantizar el funcionamiento de un refugio de esperanza creado para enfermos terminales vulnerables en un mundo donde la dignidad es un derecho fundamental.
Habrá industriales, mineros, gastronómicos, comerciantes, dueños de clínicas y CEOS de otros diversos rubros. Todos ellos ya han recibido un sobre en su domicilio, que deben traer a la cena que se hará en el salón y los jardines del Sushi Club. Allí se habilitará un buzon donde deben depositar la donación con un mínimo sugerido de $100.000.
“Todo lo que se consuma y disfrute también es donado. Habrá nuevas piezas de sushi, pizzas, helados y bebidas de reconocidas empresas locales, y el sonido, música y pantallas de Led también son colaboración. Todo se hace de onda”, explicó Alessi.
Manos abiertas
En este encuentro obviamente los directivos de Manos Abiertas San Juan, encabezados por su presidenta Silvina Dibella; buscaran visibilizar la tarea de esta ONG y de la Casa de la Bondad que se construyó con donativos ,y que ahora busca renacer para recibir a aquellos que saben que su fin es cercano.
“De este evento solo seremos beneficiarios de lo que allí suceda, tanto de la recaudación de dinero, como tal vez de gente que empatice con la misión y desee sumarse como voluntario. O desée sumar lo que tenga para ofrecer, para que esto siga funcionando”, dijo la directiva.
“Este evento es motivador. La idea es primero poner en agenda pública y ciudadana esta necesidad. Necesitamos colaboradores, con dinero ahora pero después la idea es que puedan sumarse como aportantes mensuales. No queremos depender eternamente del gobierno, sino que, a través de una red de trabajo empresarial y personas generosas, se pueda sostener”, dijo Silvina Dibella, presidenta de Manos Abiertas. “Este evento es motivador. La idea es primero poner en agenda pública y ciudadana esta necesidad. Necesitamos colaboradores, con dinero ahora pero después la idea es que puedan sumarse como aportantes mensuales. No queremos depender eternamente del gobierno, sino que, a través de una red de trabajo empresarial y personas generosas, se pueda sostener”, dijo Silvina Dibella, presidenta de Manos Abiertas.
Agregó que se necesitan 100 voluntarios para que la Casa de la Bondad funcione. “Tenemos cuatro enfermeros en blanco que cubren las 24 horas de trabajo todos los días del año, y eso tiene un costo altísimo que nos superó. Después de evaluarlo a nivel nacional, porque somos una fundación que estamos en 10 provincias y nuestro Consejo Superior en Buenos Aires, tuvimos que indemnizarlos y con un dolor muy grande cerrar”.
Qué es la Casa de la Bondad
La Casa de la Bondad fue construida para brindar cuidados paliativos a personas mayores de 18 años con diagnóstico terminal emitido por un médico y con una alta vulnerabilidad social. “Son personas que están en el hospital y les dicen que no puede estar más porque ya no hay más nada por hacer, tiene que volver a su casa, y entonces ahí ellos se encuentran, o que no tienen casa, o que no tienen familia. O que la casa que tienen no cubre las necesidades básicas para sus cuidados. O que una familia colapsó, porque es un papá que tiene hijitos que cuidar y la mamá que tiene 33 años está muriendo. Esas personas son las que recibimos”, dijo la directiva de la ONG.
El hogar contaba en San Juan con un equipo de profesionales y voluntarios que brindaron atención y cuidado a cientos de personas, proporcionándoles un entorno cálido y de amor en el que puedan pasar sus últimos días en paz y tranquilidad.