Cada vez que se realiza un Pre Cosquín para conformar la delegación que representará a la provincia en Córdoba, se hace eco de los músicos y bailarines que lograron el ansiado Ok del jurado. Detrás de ellos, hay decenas de artistas, con sus historias y aspiraciones, donde las pasiones y el folclore argentino se comparte en cada relato.
Amor folclórico es el nombre que eligieron Rebeca Guirlli y Nahuel Jofré para denominar la pareja que conformaron hace muy poco tiempo. Los jóvenes de 21 y 20 años comenzaron a bailar movilizados por la inquietud y el deseo de hacer algo nuevo. Así, a principio de año se toparon con el taller de folclore de la Municipalidad de la Ciudad de San Juan, donde comenzaron a dar sus primeros pasos en el mundo de la danza.
“No sé cómo llego a nosotros la publicidad del Pre Cosquín, pero llegamos al formulario y decidimos inscribirnos. Fue de un día para el otro”, comenta Rebeca. Y continúa: “Nos contactaron para mandar las canciones y la verdad es que no nos habíamos dado cuenta de la seriedad del evento. Solo queríamos bailar, pero no sabíamos que era tan importante el certamen”.
En solo dos días armaron las coreografías que iban a presentar el día del selectivo. Quizás no era lo que el jurado estaba buscando, o no respetaban ciertas indicaciones que desde hace tiempo forman parte de la historia del certamen, como características en la indumentaria elegida o similar. Pese a ello, el deseo de bailar era mucho mayor, y a pesar de ser neófitos en la materia, subieron al escenario y lo dieron todo.
“La pasamos bien. íbamos a bailar y a divertirnos, no teníamos en mente el competitivo o ganar. Sí aprender de qué se trataba todo eso. Vimos muchos trabajos lindos, con más preparación”, señala la joven estudiante del profesorado de artes visuales y tecnicatura en asistente químico industrial, carrera que comparte con su pareja.
Rebeca señala que algo que les llamó la atención fue saber que había por ejemplo parejas que llevaban un año entrenando, investigando y trabajando en lo que sería una puesta de escena que se resumiría en minutos. Es interesante destacar como en ellos se sembró esa pequeña semilla de las emociones que representa el Cosquín. No es solo uno de los festivales folclóricos más grandes de la provincia. También es un evento que reúne a los máximos exponentes de la expresión, con décadas de historia sobre sus hombros.
Tanto Rebeca como Nahuel comparten que la experiencia transitada en el certamen no solo los ayudó a entender los pormenores de lo que significa un Pre Cosquín, sino a renovar el espíritu de cara a lo que será el próximo año. “Nos gustaría prepararnos bien para el próximo año”, comenta la joven, agradecida de haber pisado el escenario que dio nacimiento a grandes exponentes del folclore que, como ellos, tuvieron su primera vez, rodeados de los nervios, la novedad y el entusiasmo.