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SUSCRIBITEEl Gobierno de San Juan anunció la separación del cargo de Gustavo Sánchez, por decisión de Marcelo Orrego. Sandra Chamorro, actual subsecretaria de Seguridad local, ocupará este rol hasta que sea oficial el sucesor.
Importante anuncio del Gobierno de San Juan. En la noche de este viernes, la Provincia oficializó la salida del secretario de Seguridad local, Gustavo Sánchez. Marcelo Orrego separó a dicho funcionario de su cargo. Es la primera autoridad del Ejecutivo de la actual gestión que deja su labor. La actual subsecretaria de Seguridad, Sandra Chamorro, ocupará esa función momentáneamente.
"El Gobierno de la Provincia de San Juan informa que, por decisión del señor gobernador, Marcelo Orrego, el señor Gustavo Sánchez ha sido separado de su cargo como secretario de Seguridad", expresó el comunicado expuesto. La publicación también confirmó el cargo interino de Chamorro, actual subsecretaria de Seguridad local.
El sucesor de Sánchez será anunciado en los próximos días. "Trabajará con el compromiso de seguir fortaleciendo las políticas de seguridad para garantizar el bienestar y la tranquilidad de todos los sanjuaninos", indicaron.
Por último, el Gobierno sanjuanino agradeció a Sánchez por su dedicación y los esfuerzos realizados durante su gestión. "Reafirma su compromiso con la mejora continua en las políticas públicas de seguridad", finalizó el comunicado.
Hasta el momento, no trascendieron los motivos de la separación del cargo del ahora extitular de la Secretaría de Seguridad de San Juan. En julio pasado, Sánchez protagonizó una interna con el exjefe de la Policía, Eduardo Lirola, quien posteriormente dejó su función.
Hubo un gran clima de tensión entre Sánchez y Lirola. No pasaron ni siete meses desde que asumieron y cada vez fue más notoria la disputa interna entre el Secretario de Seguridad de la provincia y el Jefe de Policía. La gota que rebalsó el vaso fue la orden emitida en junio pasado por el comisario general Eduardo Lirola a sus subalternos a través de la cual desautorizó cualquier directiva venida de Gustavo Sánchez –su superior-, pero el trasfondo es otro.
Las fuentes consultadas aseguraron que el cortocircuito entre ellos tendría su origen en la resistencia del jefe de la fuerza a remover al personal policial identificado con la gestión anterior y a su aparente pasividad frente las últimas denuncias por supuestos desvíos de fondos y sobreprecios en las compras realizadas dentro de la Policía de San Juan en los últimos años.
Tiempo de San Juan hizo público días atrás la causa que investiga la UFI Delitos Especiales por el supuesto fraude de alrededor de 5 millones con combustible en el taller de la Policía de San Juan y que, pese a que pasaron meses, todavía no tiene imputados. También reveló la denuncia radicada en la oficina de Control de Gestión por presuntos desvíos de fondos, como el destino de un dinero que llegó de Nación para la adquisición de 150 computadoras y que aparentemente se esfumó, de acuerdo a las versiones de personas que tuvieron acceso a esa presentación.
Fuentes de la Policía provincial contaron que, además, salieron a la luz compras de insumos y productos que no habrían llegaron a la fuerza, como tachos de pintura para refaccionar las comisaría y fardos de pastos y medicamentos para animales. En estos días, en la fuerza dejaron trascender otra supuesta maniobra por sobreprecios, por ejemplo, con 30 conos de señalización vial por los que se pagaron un total de 2.400.000, a un costo de 80 mil pesos cada uno, cuando en el mercado valen aproximadamente 9 mil pesos por unidad. Dentro de las filas policiales se habla mucho, incluso del posible enriquecimiento ilícito de algunos jefes hoy retirados, de viajes al exterior y numerosas propiedades, pero que no fueron investigadas.
Las miradas apuntaron a los manejos que había en el área de Administración de la Policía de San Juan, que respondía directamente al exjefe de la fuerza Luis Walter Martínez, afirmaron altos funcionarios de la institución. De hecho, hubo dos causas penales en 2021 y 2022 por desvíos de fondo en Tesorería de la Policía que llegaron a la Justicia y que terminaron con policías condenados.
Y como todo tiene que ver con todo, lo que afirmaron los mismos funcionarios policiales es que los primeros chispazos entre el Secretario de Seguridad y el Jefe de Policía surgieron por la postura adoptada por este último con la Administración. Fuentes oficiales contaron que Sánchez recomendó u ordenó a Lirola que removiera a los jefes y al personal, no sólo por estar identificados con la anterior gestión, sino también con la idea lavar la cara a un área muy cuestionada. Sin embargo, la Jefatura trasladó a los policías de bajo rango, pero haciendo caso omiso a la sugerencia del funcionario provincial, mantuvo a los mandos superiores. Es más, la comisaría que fue la segunda jefa del comisario general Marcelo Carrizo –el exjefe de Administración-, fue ascendida y dirigía la estratégica oficina que maneja los fondos de la Policía.
En marzo pasado presentaron una denuncia por un fraude millonario con combustible en el taller de la Policía y en la Subsecretaría de Control de Gestión hay otra presentación para que investiguen supuestos desvíos de fondos y compras irregulares durante la anterior gestión.
Ese fue el primer cortocircuito, pero sus diferencias se pronunciaron a partir de las nuevas denuncias por supuesta corrupción en la anterior gestión. En la Secretaría de Seguridad esperaban que el Jefe de Policía se pusiera al frente de esas presentaciones, que pidieran informes a Administración y comunicara a Control de Gestión o al Ejecutivo provincial sobre las posibles irregularidades. Pero nada de eso sucedió. Por el contrario, las denuncias las realizaron otras personas, incluso el propio exjefe de Tesorería, el ahora condenado el exoficial principal Oscar Vanetti.
En la Policía aseguraron que Lirola, supuestamente, se mantuvo al margen de las denuncias por irregularidades con los manejos de fondos o decidió no avanzar contra la gestión de Luis Martínez y eso marcó más las profundas diferencias con Sánchez.
Tras este hecho, el 16 de julio Marcelo Orrego decidió reemplazar a Lirola y Néstor Álvarez tomó su cargo. Respecto a la salida de Lirola, Sánchez aseguró que tenían una "relación normal, no tiene nada que ver con su salida. El Gobernador siempre pone su esfuerzo, decencia y gran capacidad profesional para resolver los problemas de seguridad que la provincia reclama hoy en día".
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