Un nuevo capítulo se abre en la interna política que existe en Calingasta. Desde que asumió Sebastián Carbajal a la intendencia no escasearon las acusaciones, los entredichos, enojos y hasta las denuncias judiciales. Ahora, por medio de un comunicado oficial emitido por la Municipalidad, evidenciaron otra polémica en puerta que pone en jaque la realización de las fiestas departamentales, apuntando contra el Concejo Deliberante.
De acuerdo a lo que señala el comunicado, la totalidad de los concejales rechazó el presupuesto anual del 2025, lo que “provoca dificultades en lo programado en el calendario de fiestas departamentales”. Esto implica que están en riesgo la Fiesta del Ajo que se realiza en Tamberías; la Fiesta de los Enamorados que se hace cada febrero en Barreal y el Carnaval a concretarse en Villa Calingasta.
“Este accionar y toma de decisiones del Concejo, no perjudica al Equipo de Gobierno Municipal, sino a todos los habitantes de Calingasta. Por ello se procedió a la suspensión de las tratativas con los artistas para los eventos antes mencionados”, indica el comunicado.
Un detalle no menor es que, al mencionar a los concejales que no aprobaron el presupuesto municipal del corriente año, el primero en aparecer es Heber Tapia, quien es un alfil del actual diputado y ex intendente Jorge Castañeda. Luego mencionan a Patricia Castillo, presidenta del Concejo.
Por su parte, fuentes cercanas a los concejales indicaron que el Presupuesto para el 2025 fue presentado el 27 de diciembre y no dentro de los plazos indicados. Por otro lado, remarcaron que no fue rechazado, sino que se está estudiando en las comisiones proponiendo que, en sintonía con la Nación, se prorrogue el Presupuesto del 2024 hasta que se tenga el OK para el nuevo, que representa un total de 8.221 millones de pesos. Incluso se analiza realizar una sesión especial la próxima semana para tratar este tema.
De esta manera, desmienten el comunicado emitido por el equipo de Carbajal, apuntando que se trata de una jugarreta política poniendo a los concejales en el foco de la discusión. Las fuentes del Deliberante, que ahora está en contra del intendente en pleno, dijeron que el accionar de los ediles "está dentro de la ley" y que el Presupuesto debía ser presentado el 30 de septiembre. Además, comentaron que hay faltantes en partidas clave como los fondos asignados a Emergencias.
En cuanto a las fiestas departamentales, recordaron que el director de Turismo y Cultura de Calingasta, Mauro Olivera, relativizó la realización de las celebraciones. En una entrevista radial del jueves, el funcionario de Carbajal apuntó que "el intendente piensa que hay prioridades primordiales a los problemas que existen en el departamento".
En ese sentido, aseguró: "La toma de decisiones sobre las fiestas va de la mano de la plata que sobre después de realizar las defensas aluvionales que la comunidad tanto nos ha pedido. Nuestra prioridad es tener los recursos para hacer esas defensas y las fiestas estamos tratando de garantizar que las vamos hacer, no hay nada concreto, las intenciones están y no queremos gastar la plata de las defensas en las fiestas". Es decir, el Ejecutivo municipal ya pensaba en la posibilidad de no realizar los eventos. Esa carta juegan los concejales. Las fuentes afirmaron que "desde un principio no había intenciones de hacerlas y esto vino bien para justificarse y exponernos".
El conflicto político en Calingasta no es nuevo. Inició con la gestión. Tras acusaciones en los medios sobre supuestos faltantes que habría detectado la gestión actual, todo se formalizó en la Justicia. En julio, mientras Carbajal denunciaba a Castañeda por faltante de vehículos y herramientas; los concejales que llegaron a la banca de la mano del jefe comunal actual, Patricia Castillo y Santos Domingo Zárate, presentaban una denuncia penal por haber recibido amenazas y tomaban distancia de Carbajal por internas en el Concejo Deliberante.
A medida que avanzaba la investigación, la relación entre Carbajal y Castillo fue para peor, teniendo otro capítulo en la Justicia. Fue en septiembre cuando parte del equipo del actual intendente denunció a Castillo por delitos de usurpación de título y falsificación de documentos, apuntando a una colaboradora contratada por la presidenta del Concejo.
Como si la interna política no fuera poco, desde los distintos sectores económicos/productivos del departamento comenzaron a manifestar su descontento con la gestión de Carbajal y de sus funcionarios. Empresarios y gastronómicos formaron parte de los reclamos contra el ejecutivo municipal.
En diciembre se desestimó la denuncia que Carbajal había hecho contra Castañeda. La justicia concluyó que no existían elementos para sostener las acusaciones de apropiación indebida de bienes municipales y mal desempeño en las labores de funcionario público. Pese a ello, el daño ya estaba hecho y el quiebre era evidente.