La Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) enfrenta un panorama financiero sombrío para 2025. Tras haber operado durante 2024 con un presupuesto prorrogado de 2022, las proyecciones para este año no son alentadoras. Según afirmó una alta autoridad, la pérdida fue del 30% aproximadamente.
Ricardo Coca, secretario Administrativo-Financiero de la UNSJ, explicó que la institución debió realizar un complejo ejercicio de ingeniería financiera para estirar los fondos recibidos para el segundo semestre de 2024, a lo largo de los doce meses de 2025. “Estamos perdiendo alrededor del 30% en gastos de funcionamiento, lo que se agrava con una inflación creciente que ignora los costos reales de los servicios esenciales para el normal desenvolvimiento de la universidad”, afirmó.
Este déficit presupuestario impacta directamente en las obras de infraestructura, la adquisición de equipamiento a largo plazo y el funcionamiento general de la institución.
Ante este crítico escenario, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) ha iniciado gestiones de reclamo ante el Ministerio de Capital Humano, la Secretaría de Educación y la Subsecretaría de Políticas Universitarias, en busca de una respuesta que atienda la urgente necesidad financiera de las universidades públicas del país, en un contexto marcado por el reciente inicio de las actividades académicas.
"Motosierra" para las investigaciones científicas
El secretario de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), Eric Laciar, manifestó en el Canal Xama que la gestión libertaria únicamente considerará áreas considerada “prioritarias”, o como manifiesta la medida, que estén al “servicio del crecimiento económico y desarrollo estratégico del país”. Esto incluye a proyectos de energía, agroindustria, salud y economía de conocimiento y “se dejan afuera áreas muy importantes dentro del país y de la Universidad, como las Ciencias Sociales y Humanidades”.
Según la autoridad universitaria, todos los rectores se manifestarán en contra de la resolución mileísta, hasta en universidades privadas. Principalmente, esta baja afecta a una gran cantidad de proyectos y a la acreditación de nuevas carreas ante la CONEAU, ya que deben tener una serie de investigaciones que avalen modificaciones o implementaciones a futuro. En este contexto, Laciar dijo que evalúan realizar una manifestación en conjunto.
“Desde la Universidad apoyamos todas las áreas de conocimiento, como becas de investigación y proyectos. Debemos tener un desarrollo armónico”, expresó Laciar. “Desde la Universidad apoyamos todas las áreas de conocimiento, como becas de investigación y proyectos. Debemos tener un desarrollo armónico”, expresó Laciar.
Universidades y sedes del Conicet manifestaron su preocupación: “Nos preocupa que el mencionado Plan Estratégico promueva y otorgue prioridad a temáticas de investigación relacionadas con la agroindustria, energía y minería, economía del conocimiento e innovación y salud, soslayando la relevancia de las Ciencias Básicas en su conjunto y de nuestras Ciencias Sociales y Humanidades, las cuales realizan aportes igualmente estratégicos para el desarrollo científico del país”. También instaron a las autoridades de la Nación a la ampliación de temáticas priorizadas con inclusión de todas las ciencias, también las Sociales y Humanidad.
En una medida que ha generado un intenso debate, el Gobierno nacional anunció un recorte presupuestario de $1867 millones destinados a 70 programas sociales vinculados a la investigación. Desde el organismo encargado de la administración de estos fondos, explicaron a medios afines que los programas afectados “no cumplen con el grado de pertinencia y aporte efectivo al desarrollo” del área, justificando la decisión.