En el pliego de licitación aparece un sugerente párrafo que en un primer vistazo genera alarma. Dice: "La obra tiene como finalidad la reparación y rehabilitación del blindaje en el recinto de la compuerta radial del descargador de fondo de la presa Cuesta del Viento. El blindaje del sector sufrió el desprendimiento de la solera y parte de los hastiales durante la operación del mismo, debido fundamentalmente a problemas constructivos que derivaron en un rápido deterioro de las uniones que vinculan al blindaje con los hormigones del sector".
Además, enuncia que "en los informes adjuntos a la presente licitación se comentan las patologías detectadas y que deben solucionarse para poner en operación el descargador de fondo. El alcance de la licitación comprende la reparación de las fisuras en el hormigón, la reparación del blindaje desprendido y dañado y la vinculación del mismo a los hormigones estructurales del sector".
Y, destaca que "por tratarse de un órgano de seguridad de la presa es de vital importancia poner operativo rápidamente el sector. Los trabajos a realizar tienden a solucionar en forma rápida la operación del descargador de fondo".
Deformaciones y problemas de diseño
¿Qué significa que hay problemas constructivos? ¿Corre riesgo esta presa construida en Rodeo, Iglesia? El director de Recursos Energéticos Provincial, José María Ginestar, llevó tranquilidad sobre la situación y aseguró que el dique Cuesta del Viento no corre ningún peligro. Explicó cómo y por qué se da el abordaje gubernamental.
Primero, una noción sobre el descargador de fondo. Se trata del órgano de seguridad por excelencia de cualquier embalse hidroeléctrico. Es como el tapón de un dique. Si hubiese que vaciarlo de forma controlada, ese es el único órgano de manejo que lo puede hacer. Ahora, ese "tapón", en Cuesta del Viento, inaugurada en 1997, hace 10 años que no se puede accionar, dijo el funcionario.
"Esto es por diferentes motivos, un día se quedó inutilizado, no por un problema esencialmente de que se pudiera abrir, sino que la duda más grande estaba en poder cerrarlo. Porque justamente las presas tienen sus deformaciones propias del tiempo. Más que acumulan gran cantidad de agua, más los movimientos físicos y todo eso, tienen deformaciones que están contempladas, medidas y seguidas a lo largo de los años. Razón por la cual hay algunas desnivelaciones propias de la deformación que llevan adelante los diques, que empiezan a presumir un estado de que 'si esto lo abro, después tengo menos probabilidades de poder cerrarlo'. Entonces, bueno, en ese esquema es que se dejó de utilizar el descargador de fondo y está sin poder accionarse", sostuvo Ginestar, en diálogo con TIEMPO DE SAN JUAN.
Según el funcionario, a medida que pasan los años, "se vuelve una tarea más titánica, porque justamente las deformaciones también se van acrecentando, siempre en términos normales, no hay por qué preocuparse".
En el caso particular de Cuesta del Viento, recordó, hubo una crecida al poco tiempo de inaugurarse, por la cual se llenó el dique e incluso el agua lo sobrepasó. Esto produjo un "asentamiento" de la presa, que estaba recién hecha o que al menos no tenía su primer llenado todavía. "Eso produjo deformaciones dentro de los niveles normales y que uno lo puede apreciar cuando uno está en el coronamiento. El coronamiento es la calle principal arriba del dique. Esto trajo algo malo con las deformaciones, pero por un lado algo bueno es que la presa se asentó, eso quiere decir que quedó firme ahí".
Los diques, como todo reservorio, se tienen que ir llenando de a poco para ir midiendo esas deformaciones. "Lo bueno de Cuesta de Viento es que a pesar de temblores y demás cuestiones, no volvió a tener deformaciones", remarcó.
Otra complicación del dique iglesiano es que tiene "problemas de diseño". Esto se traduce en que no tiene instrumentos de medición. A diferencia de, por ejemplo, el dique Punta Negra, que se considera como el "Mercedes Benz" de las instrumentaciones, Cuesta del Viento no tiene nada de eso. Solo tiene la turbina, el descargador de fondo, y la válvula de chorro hueco.
¿Por qué no se hizo más completa la presa? "Porque instrumentar una presa que no viene instrumentada, significa tener que hacer perforaciones... Tener que romper un poco el dique para poder introducir sensores. Y eso, teniendo la premisa de que el dique Cuesta del Viento cuando se llenó en la primera vez tomó deformaciones permanentes, que gracias a Dios quedaron firmes, entonces es como que 'no lo toquemos más'. Entiendo que esa fue un poco la definición de aquellos tiempos", ensayó una explicación Ginestar.
Ese es el escenario del pasado que intentar revertir ahora. "Mejor prevenir que curar", sostiene el dicho. Ginestar se mostró precavido en juzgar a otras gestiones. ¿Le parece o no acertado cómo se manejó la construcción de la presa iglesiana? "Yo creo que si vamos hoy, con el diario del lunes y con la tecnología actual sería muy fácil decir 'sí, lo podrían haber hecho'. Pero estamos hablando de un avance de la tecnología. En aquel tiempo la verdad que la tecnología quizá no estaba al 100% disponible para poder tomar el coraje de hacer perforaciones para instrumentar un dique que se construyó sin instrumentos".
Y ahondó: "La verdad es que cargar las tintas sobre la sesión anterior particularmente en Cuesta del Viento sería un poco imprudente, porque es un dique que se construyó sin instrumentos y me parece que ahí quizá sí estuvo alguno de los temas de diseño. Eso sí puede haber sido un tema de la ingeniería que es cuestionable. Pero después, instrumentarlo una vez construido hoy, a pesar de que es carísimo, es más viable por el avance de la tecnología".
Así, consideró más reprochable el proyecto de ingeniería a la hora de diseñar la presa. "Yo siempre digo que todos los problemas son de tiempo y dinero así que seguramente esos dos esas dos variables han sido las premisas fundamentales cuando se construyó", opinó.
El salvataje
Así, la gestión orreguista se encontró "con un dique que no tiene instrumentación. Que tuvo una deformación permanente, que está controlada que solo el tiempo hizo su trabajo y está estable no hay nada que preocuparse. Y que tiene solamente tres organismos de descarga que son la turbina, la válvula de chorro hueco y el descargador de fondo".
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Casa de máquinas de Cuesta del Viento.
Sobre la turbina, el funcionario destacó que los diques están construidos para el consumo humano, el riego agrícola y, en tercera escala, para el industria de generación de energía o turismo. Entonces, para asegurar la provisión de agua, en este caso a Jáchal, existen solo los tres organismos. Y la turbina tiene filtros que con la sequía se tapan, porque el embalse al tener poca agua es como si fuera un "vaso sucio": el arrastre que trae el río va llenando de ramas y otros elementos el vaso del dique. Al taparse los filtros no e pueden accionar las turbinas cuando está la necesidad de proveer agua a Jáchal.
Se pasa entonces al segundo órgano que es la válvula de chorro hueco, que también se acaba de llamar a licitación, por parte de Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE), como parte del plan integral de salvataje de Cuesta del Viento. Esta válvula también se encontraba muy desgastada, "por el uso normal, pero uso en sí", dijo el funcionario. "A medida que más se va usando, se debe ir cerrando más, para poder erogar menos agua. En años que hay agua se puede trabajar más abierta y el desgaste es menor pero cuando hay poca agua, se corre el riesgo de romperse cuando se cierra. Por eso, se busca comprar una válvula nueva que permita regular mejor el caudal y poder entregarlo más controlado a Jáchal.
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También se busca reemplazar la Válvula de Riego en la Central Hidroeléctrica Cuesta del Viento.
Finalmente, deberán trabajar para que no se tapen los filtros de la turbina. El problema es que el suelo del dique Cuesta del Viento tiene mucho material de arrastre acumulado, porque el descargador de fondo no sirve. Entonces hay que solucionar ese factor, para que el agua pueda fluir y se vuelva más clara. Eso permitirá que trabajen mejor los filtros.
Por otro lado, según afirmó Ginestar, en el fondo del dique existía un blindaje de metal, pero no estaba anclado. En algún momento esa chapa se desprendió y la gestión anterior decidió retirarlo, ya que eran pedazos de material que iban a tapar los filtros.
En definitiva, la gestión de Marcelo Orrego busca reemplazar la válvula de chorro hueco y reparar el sistema de descargador de fondo.
Estas obras se realizan gracias al fideicomiso minero de Veladero, destacó el funcionario. "Son obras caras, son obras que difícilmente se inauguran, que la gente no las ve. Entonces cuesta más todavía conseguir esos fondos. Así que nosotros estamos muy agradecidos del Fideicomiso Minero que confió en ese proyecto porque además beneficia el riego agrícola de los jachlleros, es lo más importante". Se espera poder tener operativos ambos arreglos a mediados de 2026.
Mala racha
El embalse Cuesta del Viento se empezó a construir en 1986 y está funcionando como obra hídrica para regar los campos de Jáchal desde 1998 en los términos que se explicó antes. Pero la central hidroeléctrica de la presa tuvo también sus complicaciones.
La historia dirá que la central hidroeléctrica de Cuesta del Viento se inauguró tres veces- En julio de 2007 fue la última, cuando la usina cumplìa 21 años de haberse empezado a construir. Antes, la habían inaugurado en 1997 y en 2001, y no fue hasta la tercera que pudo empezar a generar electricidad cuando se reparó una "falla técnica" originada en el sello hidráulico del eje.
"La turbina ha pasado todas las pruebas necesarias. Se han hecho las reparaciones que se tenían que hacer y se han garantizado las pruebas. Espero que no haya otra reinaguración", decía medio en broma y medio en serio el entonces gobernador José Luis Gioja. "Ya sabemos que funciona y si hay alguna rotura será cuestión de mantenimiento", ratificaba Jorge Millón, subsecretario de Recursos Hídricos y Energéticos de esa época.
Dos años antes de ese hecho, en abril de 2005, Energía Provincial Sociedad del Estado (EPSE) se hacía cargo de la propiedad de la central hidroeléctrica y la comercialización de la energía por los próximos 30 años. En diciembre de 2006, tras destrabar un escollo legal con una contratista anterior y preparar la licitación, EPSE concedió la reparación, operación y manutención de la central a Hidrocuyo por 5 años.
Dique estratégico
El aprovechamiento Cuesta del Viento está ubicado en el tramo medio del río Jáchal a la altura de la localidad de Rodeo en Iglesia. La presa del embalse Cuesta del Viento está construida en la quebrada homónima sobre el río Jáchal, situada aproximadamente a 200 kilómetros al norte de la Capital de San Juan. A pie de la presa Cuesta del Viento, se encuentra construida y operando la central hidroeléctrica Cuesta del Viento.
Por sus imponentes paisajes, Cuesta del Viento es un ícono turistico de San Juan y sede de campeonatos de windsurfy kitesurf.
La Central Cuesta del Viento cuenta con una turbina Kaplan Eje Vertical, un salto hidroeléctrico de 67 metros, la Energía Generada Anual asciende a 28GWh y la Potencia Total en Central es de 10.8 MVA.
Sus objetivos son similares a los del dique Quebrada de Ullum, es decir, regular el río Jáchal y permitir un mejor aprovechamiento del agua, destinada principalmente para riego agrícola de la zona de Jáchal, permitiendo además la posibilidad de aumentar la superficie cultivada en 10.000 hectáreas sobre las actuales 6.000. Igualmente, la energía producida por la erogación de los caudales para riego es aprovechada por la central hidroeléctrica ubicada a pie de presa.
Desde 2005 que EPSE firmó contrato de concesión para la puesta en marcha, explotación, operación y mantenimiento de la central hidroeléctrica Cuesta del Viento por un plazo de 30 años, se aplica el plan de modernización por parte de esta empresa estatal de energía.
La presa iglesiana es del tipo de materiales sueltos con núcleo impermeable de arcilla, limo, arena y ripio compactados. La altura desde su fundación sobre el lecho del río es de 62 metros, y el ancho de su coronamiento es de 320 metros. El volumen de materiales que constituyen el cuerpo de la presa es de 3 millones de metros cúbicos. El embalse permite retener hasta 206 hectómetros cúbicos de agua, formando un lago de 13 kilómetros cuadrados de superficie.