Lo que empezó como un rumor de café, terminó siendo confirmado por importantes fuentes sindicales. La bomba política que dejó el cierre de enero es que por primera vez en 20 años está en duda el apoyo de la CGT a la lista que presente el peronismo en las elecciones legislativas. Así lo remarcaron los dirigentes consultados, quienes aseguraron también que hubo conversaciones con distintos espacios políticos y que continuarán charlando para tomar la decisión final. Es más, en un encuentro hasta se resucitó el recuerdo de la convergencia, frente que supo construir el bloquismo con la CGT en la década del ’80.
El apoyo de la CGT al peronismo se selló formalmente a los dos años de la asunción de José Luis Gioja como gobernador, en el 2005. Desde ese momento, reconocidos sindicalistas sanjuaninos ocuparon lugares en las listas, algunos eran parte de la tradicional central obrera y otros, miembros de las 62 Organizaciones. Así fue como se convirtieron en diputados el líder de la entidad, Eduardo Cabello, Raúl Ávila –fallecido-, Gabriel Pacheco, José “Pepe” Villa, entre otros.
Al armado giojista lo continuó Sergio Uñac, que fortaleció los lazos con la CGT y hasta hubo participación obrera en las internas que enfrentaron al giojismo y al uñaquismo en el 2020.
Pero lo que supo ser una alianza de poder fuerte entre la CGT y el peronismo, hoy está atravesando un momento turbulento. La conducción del PJ de la ex presidenta Cristina Kirchner a nivel nacional y la decisión local de acompañarla no cayó bien dentro de la casona de avenida España.
Creen que hubo poco espacio para ellos a lo largo de estas dos décadas y algunos dirigentes gremiales indicaron que se sintieron “usados”. “El peronismo no da mucho”, dijeron. La frase es fuerte y al menos indica que no habrá obediencia debida como en los últimos años. “El peronismo tiene que entender que no tiene cautivo a nadie”, añadieron en igual sintonía.
Durante enero hubo una conversación entre Cabello y el presidente del partido bloquista, Luis Rueda. Ninguno la confirmó, pero sí sus entornos más cercanos. En ese encuentro entre colegas, se habló de la vieja convergencia, alianza estratégica sellada entre Leopoldo Bravo y Ubaldo Montaño, el carismático líder de la CGT que condujo la central obrera por 13 años.
Falta mucho para las elecciones y no hay nada cerrado aún, pero la apertura por parte de la CGT local a entablar conversaciones con otros espacios políticos es un indicio claro de que hay dudas sobre continuar o no apoyando al justicialismo local. Es más, en varios encuentros gremiales, hubo dirigentes que adelantaron que podrían ir fuera del PJ en estas elecciones y hasta como candidatos a diputados nacionales.
Hoy dentro de la CGT lo único que descartan es un acercamiento con la Libertad Avanza, pero hay vía libre para seguir conversando. “No dejará de haber conversaciones y vamos a continuar”, prometieron.