El policía de la Comisaría 7ma de Pocito fue escrachado públicamente e imputado en la Justicia en julio del 2024 por un presunto abuso contra una niña de 11 años, ahora está en peores problemas. Este jueves agravaron el delito por esos hechos, pero además sumó otra causa penal por los ataques sexuales a otra nena. Lo insólito es que, pese a las dos causas penales, continúa cumplimiento funciones en la fuerza provincial, revelaron fuentes judiciales.
El policía en cuestión es el cabo Abel Alejandro Rojas. El fiscal Raúl Iglesias de la UFI ANIVI en su momento pidió su detención, pero el juez de garantías Matías Parrón lo rechazó. Por esta razón fue que este jueves llegó en libertad, en compañía de su defensora la abogada María Filomena Noriega, a la audiencia de ampliación del objeto de investigación solicitada por el mismo representante del Ministerio Público Fiscal.
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El fiscal Raúl Iglesia (a la derecha) junto con su ayudante fiscal de la UFI ANIVI y el abogado Nicolás Gómez Camozzi (a la izquierda), el querellante.
Lo que planteó el fiscal Iglesias fue que agravaba la imputación contra Rojas porque en función al resultado del testimonio de la niña de 11 años, cuyo caso dio inicio a la apertura de la causa penal en julio del 2024. La madre de la pequeña denunció que tenían vínculo con el policía y existía confianza.
En una ocasión, el policía se llevó a la nena para dar un paseo y comprarle una zapatilla en Villa Krause. Sin embargo, la nena aseguró que el policía la llevó en su auto y la sometió a tocamientos.
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La defensora, la abogada María Filomena Noriega.
Ahora bien, en su declaración a través de la Cámara Gesell, la niña volvió a contar sobre ese hecho y reveló que Rojas también le puso la pistola reglamentaria en la cabeza para que se dejara someter. Por otro lado, aseguró que no fue la única vez, que la abusó otras dos veces.
Como si no fuese grave la situación, Rojas sumó este jueves otra causa penal por los abusos sexuales contra otra chica cercana a su familia. Esa presunta víctima hoy tiene 19 y denunció que fue víctima de abusos por parte del policía, cuando ella tenía entre 8 y 12 años.
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El juez de garantías Matías Parrón.
Esa joven aseguró en la UFI ANIVI que Rojas la manoseaba en todo su cuerpo cada vez que iba de visita a un familiar y que esto ocurrió muchas veces. Agregó que el hombre hasta se quitaba la ropa y le mostraba los genitales.
En función a estas dos graves denuncias y las pruebas recolectadas hasta el momento, el fiscal Iglesias amplió la amputación contra Abel Alejandro Rojas. Por el caso de la primera niña, le atribuyó los delitos abuso sexual simple –dos hechos-, agravados por la guarda, en concurso real con abuso sexual simple, agravados por la guarda y el uso de un arma de fuego. Por el caso de la otra chica, abuso sexual simple reiterados y exhibiciones obscenas reiteradas.
El juez Matías Parrón dio por habilitada la investigación penal preparatoria contra el policía Rojas por esos hechos, por el plazo de 1 año, y dispuso que continúe en libertad, aunque tiene prohibido acercarse y comunicarse con las presuntas víctimas y sus familias.