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SUSCRIBITEEl sujeto que asesinó de 8 puñaladas a Yanina Pérez y que días atrás insultó al fiscal en plena audiencia, en un ataque de furia, volvió a estar cara a cara con el hombre que investiga el caso y que este lunes le amplió la acusación a homicidio triplemente calificado.
Este lunes se llevó adelante una nueva audiencia por el femicidio de Angaco y el acusado, que protagonizó un episodio de furia la semana pasada, cuando insultó al fiscal y arrojó un micrófono en plena audiencia, volvió a elevar la apuesta con actitudes que llamaron la atención. Es que Ariel Omar Pérez no sólo lanzó miradas desafiantes al representante del Ministerio Público, sino también se mostró con una sonrisa socarrona en algunos pasajes del proceso.
Frente al juez de Garantías, Sergio López Martí, su defensa y la querella, el acusado de asesinar de 8 puñaladas a Yanina Pérez, el 15 de febrero de 2024 en las puertas del cementerio de Angaco, quedó todavía más complicado después de que el fiscal Francisco Micheltorena le ampliara la calificación a homicidio triplemente calificado por el vínculo, por violencia de género y por alevosía.
Cara a cara con el representante del Ministerio Público, a quien días atrás insultó y mostró sus intenciones de agredir, el femicida no le quitó la mirada de encima y hasta gesticuló en momentos en que el funcionario repasaba la teoría del caso. Rodeado por 6 policías en la sala, primero se mostró con el ceño fruncido y de brazos cruzados, mientras que luego reaccionó al relato con sonrisas y caras de incredulidad.
Lo que se pudo interpretar es que le habría molestado que la hipótesis que manejan los investigadores es que Pérez estaba interesado en recuperar su vínculo con la víctima. Según la fiscalía, éste quería la atención de la mujer y como no se la proporcionaba, la hostigaba e incluso la amenazó un día antes de la fatalidad.
Frente a estas afirmaciones, el acusado que afronta la máxima pena respondió que eso no era así, que él estaba preso en el Penal de Chimbas cuando decían que la buscaba, que era imposible. También reaccionó con risas cuando el fiscal mencionó la amenaza que le propinó, supuestamente, a la víctima un día antes.
Más allá de las muecas y la defensa personal del imputado, la cosa no pasó a mayores. Previo al comienzo de la audiencia, el juez solicitó a los medios gráficos que tomaran imágenes y que se marcharan para evitar que la situación se vaya de las manos. Es por ello que las cámaras tomaron a Pérez al principio y no pudieron reflejar el show que ofreció.
Además, el magistrado le pidió al fiscal que sólo se limitara a referirse a los hechos y no realizar ningún tipo de valoración, a fin de evitar cualquier tipo de provocación, como sucedió la vez anterior. En esa oportunidad, Micheltorena aseguraba en la audiencia que Pérez era una persona violenta aunque sus ataques sólo eran hacia mujeres y no otros hombres. Esto habría sido lo que encendió la ira del sujeto que se quitó de encima el pie del micrófono que tenía enfrente y lo lanzó a un costado.
A pesar de que se paró y que intentó dirigirse hacia donde estaba el acusador, personal policial que lo custodiaba lo interceptó al instante y evitó que el escándalo fuera mayor. Más tarde, su señoría ordenó que fuera expulsado del lugar.
La abogada querellante, Valentina Sánchez, adhirió a las pretensiones de la fiscalía, mientras que los defensores Sait y Bueno se opusieron a la ampliación de la calificación, que lo pone contra las cuerdas y no hace otra cosa más que agravar su situación procesal.