A seis años del escandaloso caso del preceptor que fue denunciado por acosar a una estudiante de un colegio privado de Concepción y que recibió una brutal paliza que quedó filmada, la causa fue cerrada sin siquiera llegar a juicio. El expediente durmió, al punto que su defensa pidió la prescripción de la causa por el tiempo transcurrido y un juez no tuvo más alternativa que dictar el sobreseimiento del acusado, quien zafó del todo.
El rumor acerca de la resolución judicial empezó a circular en los últimos días de diciembre pasado, pero TIEMPO DE SAN JUAN pudo confirmarlo oficialmente esta semana. El fallo que terminó favoreciendo al preceptor y docente de Educación Física Jorge Raúl Cruceño y a la abogada María Filomena Noriega, y que genera malestar en Tribunales, fue firmado por un juez de la única sala de la Cámara en lo Penal y Corrección que quedó funcionando tras la disolución de las otras dos que funcionaban hasta mediados del 2024.
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Jorge Cruceño es profesor de educación física, pero también trabajaba de preceptor en ese colegio de Concepción.
El caso tuvo repercusión nacional e internacional –salió publicado hasta en el diario El Mundo de España- por aquel video que se hizo público y que captó la tremenda golpiza que el padrastro de la chica le propinó a Jorge Cruceño dentro del Colegio Santa María, el 22 de octubre de 2018. Primero salieron a luz esas impactantes imágenes, pero luego se conoció el verdadero trasfondo del violento episodio. Ahí se supo que días antes la mamá de la chica había denunciado al preceptor por acosar sexualmente vía mensajes a su hija, una adolescente de 15 años que concurría a ese establecimiento educativo religioso.
Las autoridades educativas les habían prometido separar al preceptor de su cargo. Sin embargo, la mamá y su pareja fueron a la escuela ese día y se toparon de frente con Cruceño en un patio interno. En ese momento, el padrastro de la adolescente descargó su bronca y le pegó por todos lados al docente hasta desfigurarlo. El video que
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Así, mientras que en el ANIVI y en el Primer Juzgado de Instrucción se abrió una investigación penal contra Jorge Cruceño por grooming, a raíz del acoso sexual a la adolescente; por otro lado, iniciaron una causa contra el padrastro de la chica en un juzgado correccional por el delito de lesiones en perjuicio del preceptor.
De esta última causa penal, no hay certeza de qué pasó. Una versión judicial -no confirmada- señala que el padrastro acordó el juicio abreviado y recibió una pena menor en suspenso por la agresión al preceptor. Ahora bien, el expediente contra Cruceño por el delito de grooming avanzó, incluso él fue procesado y el caso llegó a una de las salas de la Cámara en lo Penal y Correccional para fijar la fecha del juicio, pero tuvo un final inesperado.
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El pedido de prescripción de la causa lo hizo la abogada María Filomena Noriega, con eso desvinculó al preceptor de la causa.
En la investigación surgieron pruebas de que el preceptor mantuvo conversaciones con la adolescente vía WhatsApp y que, a través de esos mensajes -casi una veintena- intentó seducirla y hasta le dijo frases con un fuerte contenido sexual. Además, la chica declaró y complicó al docente.
Fuentes judiciales revelaron que la causa estuvo un año y cuatro meses en el juzgado y en febrero de 2020 fue elevada a juicio, pero ahí quedó todo. Confabularon dos factores: la mora judicial a consecuencia de la acumulación de causas, la falta de personal y la prioridad de los casos con detenidos, explicó un funcionario. Y, por otro lado, el reemplazo del viejo sistema procesal penal llamado mixto o inquisitivo por el sistema acusatorio penal adversarial, que dejó muchas causas viejas relegadas.
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Estos son algunos de los mensajes que le atribuyeron al preceptor, aunque afirman que hubo otras frases con un fuerte contenido sexual.
La cuestión fue que la causa penal contra el preceptor permaneció en la Cámara Penal a la espera del juicio y pasaron los meses y los años. La abogada María Filomena Noriega dejó transcurrir el tiempo y en los últimos meses del 2024 hizo su jugada: pidió la prescripción del caso.
Las autoridades judiciales verificaron que no había marcha atrás y no podía hacer nada. El delito de grooming tiene una pena que va desde los 6 meses hasta los 4 años de cárcel y ya habían pasado seis años desde la denuncia y el inicio del caso. La fiscalía no pudo objetar el pedido de la defensa y dio su consentimiento y entonces un juez de la Cámara Penal resolvió, a mediados de diciembre último, dictar el sobreseimiento total y definitivo en favor de Jorge Cruceño por prescripción de la causa y con esto fue él desligado del caso que lo hizo tristemente conocido y que mereció que lo echaran del colegio.