Después de haber asegurado que fue protagonista de un hecho de película, en el que asaltantes de identidad desconocida lo emboscaron en Ruta 40 y le robaron 35 mil dólares, el sujeto que encarnó el falso robo millonario confesó el delito que cometió y, en el marco de un juicio abreviado, aceptó la pena de 12.500 pesos.
Es que a pesar de lo insignificante que pudiera ser la cifra que pagará como castigo, dado el contexto inflacionario que atraviesa el país desde hace años, el Código Penal establece esa pena para el delito de falsa denuncia, en su artículo 245. Se trata de Luis Omar Olguín, quien inventó una historia para evitar decir que el dinero, que no le pertenecía y que era de un negocio de inversores, se lo había gastado en juegos de azar.
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La misma condena recibió su hermano, Marcelo Olguín, quien fue considerado como partícipe necesario del hecho pues colaboró con la mentira que, en los primeros instantes, engañó a las autoridades policiales, que se presentaron de inmediato en la escena y trabajaron para dar con los supuestos delincuentes que habían encarnado el golpe millonario.
Fueron los abogados Ivana Salas y Ernesto Lloveras los que acordaron con la fiscal Daniela Pringles la pena para los responsables que admitieron el ilícito y se mostraron arrepentidos por el revuelo que generaron. A pesar de que sostuvieron el relato en las primeras instancias de la investigación, tras los cuestionamientos del personal de la UFI de Delitos contra la Propiedad y la Policía los pusieron contra las cuerdas y confesaron.
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El hecho se desató el 19 de agosto, cuando el contador aseguró ser víctima de un robo a mano armada en plena Ruta 40, cuando supuestamente regresaba de Mendoza. Su hermano fue quien llamó al 911 para dar aviso y de inmediato se produjo el despliegue policial, que levantó polvareda en la zona. Si bien la versión dejaba dudas, los efectivos policiales iniciaron las tareas de investigación que, poco a poco, condujeron a la presunta víctima.
Dos días bastaron para que la verdad saliera a la luz y, como consecuencia, Olguín y su hermano fueron detenidos. Quien fuera pastor evangélico y tuviera un alto perfil mediático, como consultor de economía, se presentó frente al juez de Garantías y su caso quedó formalizado. La fiscal de la UFI Genérica lo imputó por falsa denuncia como autor, mientras que al familiar le endilgó la participación de cómplice necesario.
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Con el correr de los días, la instrucción avanzó y con los elementos de prueba que complicaban a los imputados, la representante del Ministerio Público llegó a un acuerdo con las defensas técnicas y este martes por la mañana se homologó el trato. Fue el juez Diego Manuel Sánz quien dictó la sentencia contra los acusados, quienes continuarán en libertad aunque con el antecedente penal a cuestas.
Como el delito fue cometido en perjuicio de la Administración Pública, estuvieron presentes -en la audiencia que cerró el caso- los abogados de la Fiscalía de Estado.
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