El 28 de julio de este año se produjo un violento episodio en un domicilio de Villa del Carril, en Capital, en donde un joven terminó con un disparo en el pecho e internado, al borde de la muerte. Por ese hecho, sus dos tíos quedaron en la mira de la Justicia y uno de ellos fue señalado como el autor del ataque, por lo que fue imputado por homicidio en grado de tentativa, mientras que el otro quedó sospechado por encubrimiento.
Sin embargo, la presunta víctima, que había quedado en coma, se recuperó y ofreció un testimonio que ofreció un giro inesperado a la causa. Es que Cristian Salmuni aseguró que fue él quien intentó quitarse la vida y, a partir de ese relato, a la fiscalía no le quedaría más remedio que solicitar el sobreseimiento para Alberto y Juan Antonio Salmuni.
El primero de ellos permaneció preso tras ser imputado por tentativa de homicidio y portación de arma de fuego. El Ministerio Público, representado por Sebastián Gómez, consideraba que él había disparado a quemarropa a su sobrino de 22 años, con el que trabajaba en un taller. Por otra parte, también se creía que su hermano, Juan Antonio, había ayudado a ocultar el arma de fuego con el objetivo de encubrir el delito.
Era por ese escenario que lo que aportara el joven sería vital para la causa y así lo fue, según consignaron desde el propio entorno de los imputados. El chico que debió ser operado de urgencia para que le extrajeran el proyectil y que quedó en coma inducido evolucionó favorablemente, al punto que pudo dar luz a la investigación. Manifestó que trató de quitarse la vida y, con un revólver calibre 22, accionó en consecuencia.
Desde un principio esa había sido la versión de los involucrados, pero desde la UFI de Delitos Especiales se sospechaba que había algo más. Ahora, este relato de quien sufriría trastornos psicológicos no sólo echaría por tierra las sospechas, sino que forzaría a la fiscalía a dar por terminada la instrucción y pedir el procesamiento para ambos implicados.
Por el momento restan algunas medidas que solicitó el MPF, aunque desde la defensa técnica representada por Alejandro Castán estiman que en los próximos días se llevaría adelante la audiencia por el sobreseimiento de sus clientes, al menos por el delito más grave que los salpicaba, el de la tentativa de homicidio. En cuanto a la tenencia del arma de fuego, será tarea de los investigadores estableces su procedencia y si la misma configura algún tipo de ilícito.