Las postales son espeluznantes. En ellas, se ve desde una gallina sacrificada hasta un perro que, amordazado y con las patas atadas que serpentea en el piso tratando de zafar de las cuerdas. Ambos animales, se encuentran sobre un paño rojo que tiene el dibujo de una cruz y está colocado sobre la tierra, junto a botellas de vidrio y velas encendidas. Esas imágenes, propias de un ritual, fueron compartidas en las redes sociales por una reconocida proteccionista sanjuanina, que aseguró que todo ocurrió durante la madrugada de este martes, sobre el cerro El Villicum, en Albardón.
Fue Emilia Merino, a cargo del grupo “Sala de emergencia SJ”, quien dio a conocer la situación y expresó: “Quiero contarles que el odio, la impotencia, la bronca que sentimos, son indescriptibles. No puede suceder que estando en el siglo XXI se siga creyendo en estas cosas”.
Según relató, en los primeros minutos de este martes, recibió el llamado de un hombre que la alertaba sobre una serie de “brujerías a la entrada de El Villicum”, para luego cortar de golpe. Segundos después, comenzó a recibir las fotos y videos (que se omiten en esta nota por tratarse de imágenes muy fuertes).
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Captura del video en que se ve al perro desesperado, tratando de zafar de las cuerdas.
“Sin dudarlo, le pedimos al señor que llamó y que nos envió algunas fotos que resguardara al perro hasta que llegáramos. Pero tenía miedo de acercarse. De inmediato, dos amigas y yo fuimos al lugar y cuando llegamos, el pobre animal seguía atado. Las o los brujos ya no estaban y el señor que nos llamó, tampoco”, relató con angustia la rescatista.
Y luego de salvar al animal, confió: “La verdad, fue un momento de mucha tensión y mucho dolor al ver este pobre animalito indefenso y muy asustado atado para ser sacrificado como esa pobre gallina”.
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El momento en que quienes estaban realizando el ritual escaparon.
Cabe destacar que, la situación se dio justo en coincidencia con la celebración del Día del Animal y Merino también se refirió a eso y llamó a todos los sanjuaninos a denunciar casos de este tipo. “No callen, el callar es ser cómplices de lo que pasa”, sentenció.