Ariel Omar Pérez, alias el "Guascazo", asesinó de ocho puñaladas a Yanina Pérez, el pasado 15 de febrero del 2024, en la puerta del cementerio de Angaco. A más de un año de ese hecho, el femicida, quién siempre se había negado a declarar, decidió romper el silencio este martes 21 de abril del 2025. Este nuevo capítulo abre la puerta para que se trate el caso bajo un juicio abreviado, ya que el acusado por homicidio triplemente agravado por femicidio, por el vínculo y por alevosía confesó el crimen.
En su primera declaración ante el juez Sergio López Martín, el fiscal Francisco Micheltorena y el ayudante fiscal César Recio, Pérez aseguró que "nunca quiso hacerle daño" a su expareja y también le pidió disculpas a la familia de la víctima.
"Perdón a todos los familiares. Solamente que ella se metió con lo que yo más quiero: mis hijos. Es cierto, yo lo reconozco”, dijo Pérez. "Perdón a todos los familiares. Solamente que ella se metió con lo que yo más quiero: mis hijos. Es cierto, yo lo reconozco”, dijo Pérez.
Los presentes notaron que la declaración fue un poco irónica y armada, como una estrategia de la defensa para ir a juicio abreviado. Esto mismo notó la familia de Yanina, quienes no aceptaron la disculpa del femicida.
"Es el trabajo que viene haciendo tanto él como sus abogados, que vienen dilatando la situación, porque ya sabemos cómo es y ya está todo comprobado. Estuvo todo muy preparado, muy irónico. No le acepto las disculpas", dijo Melina Gómez, la hija de la víctima.
El femicidio de Yanina Pérez
Este 15 de febrero de 2025 se cumplió un año del femicidio de Yanina Pérez, quien fue víctima de un brutal femicidio a manos de su expareja, Ariel Omar Pérez, conocido como “El Guascazo”, quien la atacó con ocho puñaladas en plena vía pública, frente al cementerio municipal.
Desde un primer momento, todas las pruebas apuntaron directamente a Pérez como el autor del crimen. Tras el asesinato, se fugó por los campos cercanos y permaneció prófugo durante tres días, hasta que, en la madrugada del 18 de febrero, se entregó voluntariamente a la policía. Su detención generó gran revuelo en la comunidad, especialmente cuando se supo que había sido encontrado en una zona rural y que expresó: “Está todo bien, me voy a entregar”.
Durante el proceso judicial, Pérez intentó presentarse como inimputable. Sus abogados defensores solicitaron una junta interdisciplinaria para determinar su estado mental, argumentando que sufría de un “brote” al momento del crimen. Sin embargo, los peritos concluyeron lo contrario: Ariel Omar Pérez está en pleno uso de sus facultades mentales.
La evaluación psicológica y psiquiátrica fue determinante. Según el informe, Pérez está completamente orientado en tiempo y espacio, comprende la criminalidad de sus actos y no presenta signos de enfermedad mental. Además, se lo describió como una persona egocéntrica, manipuladora y con dificultades para controlar sus impulsos, lo que lo convierte en un peligro para terceros. Los especialistas aseguraron que puede permanecer detenido en el Servicio Penitenciario Provincial, desestimando la posibilidad de inimputabilidad.