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SUSCRIBITESe trata de los delincuentes que fueron atrapados el jueves por la madrugada, tras una larga investigación judicial por múltiples hechos de similares características. Los sujetos atacaban solamente a personas de alto poder adquisitivo, entre ellos funcionarios judiciales y empresarios sanjuaninos.
Luego de que en la provincia se produjeran una serie de robos en la vía pública bajo una misma modalidad, personal policial y judicial inició una investigación y dio con los miembros de una banda dedicada a perpetrar este tipo de golpes. Si bien detuvieron a cuatro sujetos que estarían vinculados con los ilícitos, fueron tres los que se presentaron frente al juez de Garantías Andrés Abelín Cottonaro.
Quienes se sentaron en el banquillo de los acusados fueron Matías Cortez (30), Santiago Valdez (18) y Enzo Sánchez (29). Los tres habían sido detenidos en un operativo de película que se llevó adelante en diversos puntos de la provincia y, aunque sólo se realizó el control de detención de los mismos este viernes al mediodía, el magistrado les dictó la prisión preventiva por 72 horas.
La decisión fue a pedido de los fiscales coordinadores Claudia Salica y Juan Manuel Gálvez, acompañados por el ayudante fiscales Juan Manuel García Castrillón y los auxiliares Claudia Vila y Emanuel González (D5), dado que aún trabajan a contrarreloj para reunir los elementos de prueba y poder imputarlos por los delitos de robo simple y robo agravado por el uso de arma de fuego.
Es que para los representantes del Ministerio Público, los aprehendidos son parte de una organización criminal que se dedicaba a asaltar a personas de similares características en la calle. Acorde se destacó durante la audiencia, los malvivientes elegían a sus víctimas por su apariencia y, luego de seguirlas por un determinado tiempo, aprovechaban el momento justo para atacar.
En líneas generales, la fiscal Salica sostuvo que los ladrones que se manejaban en moto observaban sus blancos y, si estos cumplían con requisitos como conducir un automóvil coro kilómetro o si eran mujeres que portaban carteras que llamaban su atención, procedían con la embestida.
Fue por ese motivo que varias de sus víctimas resultaron empresarios sanjuaninos y funcionarios judiciales, quienes se vieron sorprendidos por el accionar cuasi profesional de los malhechores, que estarían relacionados a uno 14 hechos. Además, los individuos afrontarían al menos 5 causas por estafas y una por encubrimiento.
Se estima que antes de que venza el plazo, los sujetos que son defendidos por Martín García y Alejandro Castán serán imputados por los delitos en cuestión, mientras que un cuarto delincuente, que fue detenido tiempo después que los otros, Lucas Araoz, correría con la misma surte. Está previsto que esta tarde se presente frente al mismo juez y se le extienda la prisión preventiva por las mismas razones. Las fuentes indicaron que habría un quinto ladrón que estaría prófugo.
Por una parte, el abogado Castán solicitó que Valdez quedara en libertad porque no cuenta con antecedentes y porque es el sostén de su familia. Sin embargo, el juez rechazó tal pedido para quien dijo trabajar en una distribuidora familiar de Chimbas. Por otra parte, el defensor argumentó en favor de su cliente que no fue responsable de ninguno de los ilícitos, sino que fueron cometidos por su hermano.
Sobre la moto que fue secuestrada por las autoridades, con la que se sospecha que se realizaban los robos, Castán aseguró que es de propiedad de su patrocinado y que se la prestó a su familiar, desconociendo qué era lo que hacía con ella.
Tal como lo informaron fuentes oficiales, por diversos canales de comunicación como pocas veces ocurre, el procedimiento se llevó adelante el jueves en la madrugada por la Policía de San Juan, comandada por la UFI de Delitos contra la Propiedad. En el despliegue participaron efectivos de la Brigada Central, de las Secciones Brigada Norte, Brigada Sur y de la Unidad de Apoyo Investigativo de la Dirección D-5.
Los uniformados recuperaron pertenencias que fueron sustraídas de las víctimas, entre ellas objetos de gran valor económico, como por ejemplo una cartera de origen alemán cuyo precio superaba ampliamente los elementos que llevaba en su interior. Además, incautaron una gran cantidad de tarjetas de crédito y débito que se hallaban en los bolsos y carteras que robaron.
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