Un escándalo se desató en la Fundación Danielito, después de que uno de sus ex integrantes se quedara con una donación del Ministerio de Desarrollo Humano y, como consecuencia, el actual presidente de la asociación lo denunciara en la justicia penal. Según informaron fuentes judiciales, el ex miembro de la comisión directiva se apropió de lo que no correspondía y una serie de allanamientos lo dejaron contra las cuerdas.
El sujeto que pertenecía a la entidad benéfica y que luego se desvinculó es Gustavo Lusantti, quien fue acusado con las autoridades por retener herramientas de trabajo. Acorde señalaron las fuentes, el mismo había guardado los efectos valuados en unos $30 millones, aproximadamente, y no tenía las intenciones de entregarlas. Fue por esa razón que desde la Fundación, que se veía afectada por el accionar, decidieron radicar la denuncia.
El fiscal Guillermo Heredia, de la UFI de Estafas y Delitos Informáticos, inició las investigaciones preliminares y como primeras medidas ordenó allanamientos que resultaron positivos. Es que si bien el sospechoso no tenía ninguna pertenencia en su vivienda, los pesquisas sí encontraron las mismas en los domicilios de personas de su entorno.
Entre los elementos que fueron secuestrados en los operativos se encuentran cinco computadores, un televisor, un parlante, un proyector, entre otros efectos que habían sido entregados por la cartera social. A pesar de que Lusantti no fue detenido, quedó vinculado a la causa por retención indebida.
La figura penal, contemplada en los delitos de Estafas y otras defraudaciones en el Código Penal, está prevista en los artículos 172 y 173 (inciso 11) y supone un castigo de un mes a seis años de prisión. Esa es la pena que afronta el imputado, cuyo caso aún no fue formalizado por la Justicia y se espera que en los próximos días así lo haga.
En ese marco, fuentes allegadas comentaron la posibilidad de llegar a una solución alternativa como la de suspensión de juicio a prueba, puesto que el encartado no tendría antecedentes penales y estaría dispuesto a reconocer la culpa en el hecho delictivo.
La Fundación Danielito fue creada con el objetivo de incluir a personas con discapacidad y de ayudarlas a tener una mejor calidad de vida. Su nombre responde al de su principal impulsor Daniel López, un conocido vendedor de pochoclos con Síndrome de Down. En esta oportunidad, su asociación, compuesta por otras personas, se vio perjudicada y, por tanto, el caso trascendió antes de que fuera formalizado ante las autoridades.