Rodrigo Nahuel Pereyra fue condenado a tres meses de prisión efectiva tras celebrarse un juicio abreviado, en el que se acordó la pena entre la defensa y la fiscalía. La defensora Filomena Noriega logró cambiar la calificación del delito de su cliente a "robo simple", lo que facilitó el acuerdo, aunque la condena será de cumplimiento efectivo debido a que el delincuente ya contaba con una condena condicional por lesiones leves agravadas por el vínculo en perjuicio de su ex pareja.
Pereyra fue parte de la banda que perpetró el robo en la propiedad de Abel Ontiveros, un productor jachallero de cebolla y criador de animales, ubicada en la localidad de El Fical, a 7 kilómetros de Jáchal. El hecho ocurrió mientras la familia Ontiveros se encontraba de viaje en Santa Fe durante el fin de semana largo, dejando la casa deshabitada.
Entre la noche del 1 de abril y la madrugada del 2 de abril, los delincuentes cortaron el suministro eléctrico y desconectaron el sistema de alarma de la vivienda. Tras forzar uno de los accesos, ingresaron a la casa y se apoderaron de una caja de seguridad que contenía alrededor de 10 millones de pesos, entre moneda nacional y dólares. También sustrajeron costosas herramientas y maquinaria, incluyendo un compresor, una motosierra y una hidrolavadora, incrementando el valor del botín.
El fiscal Sohar Aballay fue quien investigó el robo que fue meticulosamente planeado, aprovechando la ausencia de la familia. Con el correr de los meses, el representante del Ministerio Público y cabeza principal de la UFI Norte pudo dar con uno de los autores del hecho delictivo y lo llevó a juicio.
Este incidente se produjo pocos días después de otro ataque delictivo en la zona, en dicho departamento, donde se habían robado 5 millones de pesos de una fiambrería, golpe que involucró a un exempleado del negocio.