Habían pasado unos pocos minutos desde las 23 de este miércoles. Milagros Sabio cruzó la puerta de su casa en el barrio Porres, en Capital, cuando escuchó una explosión. En la vivienda no había ningún otro miembro de la familia y ella pensó que el ruido había sido ocasionado por sus perros. Pero ni bien miró por la ventana, vio lo peor: las llamas comenzaban a crecer en el interior del quincho, lo que la activó de inmediato para dar aviso a los Bomberos. “Si llegaba unos minutos después, se quemaba toda la casa”, reflexionó este viernes por la mañana, al contar su milagrosa experiencia a Tiempo de San Juan.
Aunque pidió no salir en fotos aún conmovida por la situación, Milagros contó que vive junto a su familia en la casa de ese barrio tradicional de San Juan, por calle Quiroga Yanzi pasando Niquivil. Y relató que había llegado a su hogar después de la práctica de fútbol.
“Cuando vi el fuego salí a la vereda a avisar al vecino. Mientras, llamé a los Bomberos y justo después llegó mi mamá. Los Bomberos vinieron rapidísimo, pero todo se prendió fuego muy rápido. En 15 minutos ya que no quedaba nada de nuestro quincho”, contó la joven.
De hecho, las llamas crecieron tan rápido que pronto alertaron a todos los vecinos que, preocupados por la situación se acercaron a ofrecer ayuda e, incluso, sacaron sus vehículos de la cuadra preocupados por un posible avance del fuego. Sin embargo, la llegada a tiempo de Milagros y el rápido accionar de los Bomberos, lograron que nada se saliera de control.
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Ahora, más allá de que la familia lamenta haber perdido la edificación y todo lo que había en su interior, que además de muebles incluía electrodomésticos, agradece el hecho de haber salvado el resto de la vivienda y de que nadie saliera herido.
En cuanto a la causa del siniestro, Milagros manifestó que, “todavía no nos entregan el informe oficial, pero aparentemente fue un cortocircuito. Nosotros creemos que ocurrió en la bomba de la pileta, que estaba enchufada, pero tenemos que esperar la confirmación”.
