Después de haber sido imputada por homicidio en grado de tentativa, la joven acusada de apuñalar a otra en un camping de Pocito insistirá con el cese de la prisión preventiva y, así, recuperar su libertad. Se trata de Melanie Guadalupe Cornejo, cuya defensa acudió al Tribunal de Impugnación para que se revea la medida cautelar que se dictó en su contra, por el término de 40 días.
Según anticipó la nueva defensora, Filomena Noriega, la presentación se realizó en el tribunal superior y ahora se espera a que se fije la audiencia para tratar el planteo. La fiscalía había solicitado la medida cautelar más gravosa para la sospechosa y el juez de Garantías lo había concedido.
Es que tras el ataque que se registró el 1 de enero en el camping El Paraíso, la fiscalía realizó un allanamiento en la casa de Cornejo y, como no la encontró en el lugar, pidió la orden de captura para la joven de 19 años. Una semana más tarde, la misma se entregó ante las autoridades y quedó detenida por el intento de homicidio en perjuicio de María Castro, de 25 años.
Si bien la sospechosa quedó a disposición de los fiscales de la UFI de Delitos Especiales, en la audiencia de formalización fueron con los tapones de punta y consiguieron que fuera a parar tras las rejas. Al finalizar el proceso, la imputada rompió en llanto y momentos más tarde fue trasladada al Servicio Penitenciario.
Es por ello que ahora su defensa técnica busca su liberación, con el compromiso de que la muchacha comparezca ante la Justicia. La letrada señaló que la imputada no tiene antecedentes penales, lo mismo que presentaba arraigo; que tiene un trabajo en un local de ropa y que estudia Trabajo Social en la UNSJ.
Como nueva versión de los hechos, la abogada explicó que la acusada que guardó silencio frente al juez Gerardo Fernández Caussi actuó en defensa propia, cuando era agredida no sólo por Castro, sino también por su novio. La coartada de Cornejo asegura que fue provocada y amenazada por la pareja y que luego se sumaron otras personas, por lo que obró para evitar ser atacada.
El Ministerio Público manifestó que la acusada tomó un arma blanca -que no pudo ser secuestrada- y que le propinó al menos 4 puntazos; uno de ellos fue a parar a la zona del tórax, por lo que puso en riesgo órganos vitales. Por ese motivo, la causa que había iniciado bajo la calificación de lesiones pasó a manos de la UFI de Nicolás Schiattino.