A casi dos semanas de la muerte del motociclista que fue atropellado por un conductor ebrio en Chimbas, la familia de la víctima se mostró destrozada no sólo por la pérdida de Nicolás Jofré, sino porque el responsable recuperó la libertad. Es por ello que, con la bronca del momento, apuntaron fuerte contra el automovilista.
Es que, según afirma el entorno del muchacho que perdió la vida el 11 de febrero tras agonizar cuatro días en el hospital, Antonio Ceferino Silva intentó eludir el proceso judicial en su contra puesto que se hallaba alcoholizado cuando se desató el siniestro.
Acorde manifestó Iris Martínez, la pareja del joven fallecido, segundos después del incidente, Silva buscó la manera de zafar de las autoridades y, antes de la llegada de personal policial, pretendía que su hijo se hiciera pasar por él para no asumir la responsabilidad en el choque. Hasta ese instante, Jofré aún estaba con vida.
Sin embargo, el conductor que viajaba con su nieto de 10 años no tuvo tiempo para llevar adelante alguna maniobra y fue demorado por la Policía, que más tarde descubrió que manejaba con el triple de alcohol en sangre permitido, pues tenía 1.58 g/l.
Esa situación fue clave y lo colocó contra las cuerdas, ya que agravó la calificación que pesa sobre sus hombros, es decir, la de homicidio culposo agravado por conducción imprudente y por consumo de alcohol. No obstante, Silva quedó en libertad.
Molesta por el beneficio que recibió el conductor, Iris sostuvo: "En la Justicia se lavan las manos, mi marido está muerto y el responsable está en su casa, tranquilo. Pareciera que la justicia está hecha para los homicidas".
La madre de una beba de 8 meses, que se lamenta que su hija ya no tendrá a su padre, está convencida que Silva hizo lo posible para entorpecer la investigación y, por lo tanto, encuentra injusto que ni siquiera hubiera recibido la prisión preventiva.
"Mientras su nieto fue llevado de urgencia a una clínica para que lo vieran, porque se había lastimado, Nicolás estaba tirado en la calle y él estaba planeando cómo zafar. No le importaba cómo estaba, sólo quería evitar tener problemas", sostiene quien se manifestó en las puertas de Tribunales este viernes último.
Con un crudo discurso y atravesada por el dolor, expresa: "No es un conductor, es un homicida porque dejó a mi pareja tirado en la calle, desangrándose, sin importarle su vida, como si fuera un perro".
Junto a la hermana de la víctima, que se mostró destrozada y exigió justicia con vehemencia, Iris espera que Silva vaya tras las rejas. "No sólo hubo negligencia de su parte, estaba con el triple de alcohol, hubo testigos que decían que no podía mantenerse en pie", asevera.
Nicolás Jofré tenía 30 años y toda una vida por delante, estaba planificando el bautismo de su bebé aunque el destino le tenía deparado algo peor. El 8 de febrero, en horas de la madrugada, se cruzó en el camino con Silva en inmediaciones de calle Recuerdos de Provincia y Rodríguez, en Chimbas.
Como consecuencia del choque, sufrió la fractura de una pierna, en la pelvis, el sacro y otras partes del cuerpo. Fue internado en Terapia Intensiva y lo que más lo complicó fue la cantidad de sangre que perdió, acorde apunta su mujer. Lo cierto es que el martes 11 de febrero su cuerpo no resistió y falleció.