Después de que dos policías de la Comisaría 20º de Angaco fueran acusados de propinarle una paliza a un hombre en abril de este año, la oficial a cargo de los uniformados, identificada como Emilce Gisel Pantano, también fue imputada en la causa y quedó bajo sospecha de haber intentado encubrir a sus colegas.
Quien se presentó frente al juez de Garantías Guillermo Adárvez fue acusada por tres delitos: incumplimiento de los deberes de funcionario público, encubrimiento agravado por la calidad de funcionaria pública y falso testimonio, en calidad de autora material, todo ello en concurso real.
Es que para la fiscalía, representada por Nicolás Schiattino y el ayudante fiscal Pablo Gómez, la mujer ofreció un relato con inconsistencias que la dejaron contra las cuerdas no sólo por el accionar de los imputados por apremios ilegales, Maximiliano Néstor Riveros y Matías Francisco Duran Gómez, sino por el propio.
Para el Ministerio Público, Pantano habría incurrido en diversas irregularidades y conductas ilícitas. Ello se sostiene con testimonios que dan cuenta que, a pesar de que los registros oficiales indican que se encontraba con Durán y Riveros al momento del hecho denunciado, lo cierto es que no habría estado en el lugar. Así lo afirmó el denunciante, Armando Vázquez, que incluso dijo conocerla.
No obstante, la oficial imputada firmó las actas del procedimiento llevado a cabo el día de la detención de Vázquez. Es por ello que le endilgaron lo de incumplimiento de sus tareas como funcionaria policial.
En cuanto al encubrimiento y el falso testimonio enrostrados, la fiscalía apuntó en su contra por su testimonio. Dijo que se encontraba en el móvil policial al momento de la detención, aunque aseguró que no bajó del patrullero porque estaba hablando por teléfono con su madre. Sin embargo, la llamada a las 4 de la mañana -hora en que se produjo el hecho- no pudo ser comprobada.
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Además de esa contradicción, los investigadores tomaron en cuenta el relato de un familiar de la víctima que manifestó que Pantano le había afirmado que ella no estuvo presente en la escena, mientras le explicaba cómo Vázquez había resultado herido. Por tal motivo, los fiscales de la UFI de Delitos Especiales entendieron que no sólo no evitó las agresiones, sino que también para evitar alguna consecuencia hacia su persona y/o compañeros.
Su defensa es Filomena Noriega y será la abogada la encargada de revertir la situación contra la policía imputada en el grave caso de abuso de autoridad y de apremios ilegales que salpica a la seccional de Angaco, una vez más. Es que en 2021 dos policías de la misma seccional fueron condenados por atacar a un joven que había sido detenido.