Después de haber sido acusado de violar a una amiga en un after, el joven que estaba bajo la lupa de la Justicia fue absuelto en el final del juicio que se desarrollaba en su contra. Se trata de Facundo García, quien estaba apuntado por el delito de abuso sexual con acceso carnal y que, por ello, afrontaba una pena de 6 años de prisión.
Sin embargo, fue la propia fiscalía la que solicitó que el acusado fuera absuelto porque no habían pruebas que respaldaran las sospechas. Fuentes allegadas indicaron que, como en el hecho denunciado no hubo violencia ni uso de la fuerza, lo que estaba en juego era el consentimiento.
Fue por ello que sin evidencia clara y material, más que informes psicológicos, el fiscal Mario Panetta y Verónica Recio pidieron que el imputado fuera librado de culpa y cargo. Como consecuencia, el juez de Garantías, Sergio López Martí, dictó la sentencia absolutoria en su favor.
A lo largo del debate, la defensa del enjuiciado, encarnada por Hernán Pascual, sostuvo su inocencia y aseveró que se trató de un acto sexual consentido. El defensor indicó que el relato era ficticio y que había sido motivado por el aprieto en el que se encontraba la muchacha. Según argumentó, la joven denunciante tenía novio y por eso mintió para no tener problemas. Es que en el instante en que se hallaba a solas con García, habría recibido diversos mensajes de su pareja y ello habría ejercido presión en ella.
A pesar del mal momento que el denunciado atravesó y el perjuicio que sufrió, pues fue detenido cuando el caso estalló y llegó esposado a la audiencia de formalización -cual criminal-, Pascual advirtió que no iniciarán acciones legales contra la joven. La razón que dio es porque pretenden dejar en el olvido la situación.
Acorde relató el Ministerio Público en el debate, todo comenzó cuando la presunta víctima y sus tres amigas se cruzaron en el boliche con García, que es amigo y vecino de la denunciante. A la salida, decidieron seguir de fiesta en la casa del sujeto y por tanto se dirigieron en su auto hasta su domicilio, que está situado a unas pocas cuadras de la casa de la joven en cuestión.
Allí, todos compartieron bebidas y, en un momento dado, los implicados en el suceso que se investigan quedaron a solas. Las amigas de la chica creyeron que mantenían relaciones sexuales, pero el escenario se enturbió cuando la misma salió llorando de la vivienda y le dijo a las jóvenes que aguardaban que había sido víctima de una violación. Por tal situación, el grupo de mujeres reaccionó con bronca y, como consecuencia, le destrozó la luneta del automóvil del acusado.
No obstante, en el juicio no se pudo demostrar que los hechos ocurrieron tal como relató la denunciante y por tanto el acusado salió ileso del proceso penal que se había iniciado en su contra.