Fue el propio padre, identificado con las iniciales A. A. G. - no se lo identifica para resguardar la identidad de la víctima-, quien decidió entregarse a la subcomisaría Ansilta por haber sido denunciado por su hija, de 11 años, de haberla violado en más de una ocasión. La entrega fue en esa sede ya que la familia vive en el barrio Ansilta, de Rawson ante toda su familia, a la que reunió para confesar su delito.
Dos abogados a los que consultó Tiempo de San Juan dijeron que este caso es rarísimo, que no es común que un violador confiese adelante de su familia un delito de estas características. Lo qué dijeron los letrados consultados.
Carlos Reiloba: “Es la primera vez que escucho algo así, nunca me ha pasado. Nunca lo he escuchado, es raro, habría que consultar con un psicólogo porque este comportamiento, es muy particular. Nunca me ha pasado, siempre lo han negado al hecho a los que defendí. Escuchar que algunas veces la familia o parte de ella defienda al acusado pasa, por ejemplo la esposa, es muy común que pase algo así, pero este caso en particular es totalmente rarísimo”.
César Jofré: "Nunca he tenido que trabajar en un caso así ni tampoco escuché algo parecido. Casos como este merecen el mayor castigo legal posible, esta clase de depredadores sexuales no tienen solución. No he conocido ningún depredador sexual que confiese adelante de su familia. El cargo de conciencia tiene que haber sido tan grande que no le dio para hacer otra cosa que confesar. En general los violadores ocultan esto hasta las últimas consecuencias. Que se pase toda la vida en la cárcel".