San Juan sin duda tiene excelentes artistas con un talento que logra reconocimiento a nivel nacional. Laborde es uno de los festivales donde recientemente los sanjuaninos demostraron de qué están hecho, logrando menciones especiales como también quedando en los podios de varios rubros. Juan José Recabarren es un orgulloso ganador que logró algo histórico: ganar dos veces la categoría Recitado Gauchesco en el Festival Nacional de Malambo.
De familia con herencia gaucha, Juanjo Recabarren, como lo conocen en el ambiente, nació rodeado de caballos, festivales, jineteadas, folklore y recitados. La primera vez que piso el escenario de Laborde fue en 2004 de la mano de Abelardo Aballay, quien era delegado provincial en el festival. “Tanto el pueblo como el festival tienen un carisma muy particular. Nos encontramos con la música de cada región y es muy útil y nutritivo para los que trabajamos para la cultura”, comentó el artista de la palabra en diálogo con Tiempo de San Juan.
Una década después de aquella primera presentación llegó el primer reconocimiento a su labor, cuando ganó como recitador en 2014, siendo un hito más que importante en su carrera. Sucede que para quienes se mueven en el universo gauchesco, ganar en festivales de carácter nacional como Laborde, Cosquín o Jesús María merecen un reconocimiento de los pares y una mayor exposición, llegando a escenarios no solo de la provincia, sino del país.
Siendo un genuino artista de la palabra, durante el 2018 ganó en la categoría Locutor. “Eso me llevó a estar un par de años como locutor oficial del festival y luego me fui a la peña que se realiza durante la misma fecha, la cual animo desde hace seis años”, explicó.
Los últimos tres años lo tuvieron en el podio del recitado gauchesco. Durante el 2023 logró el tercer lugar; para el 2024 figuró en segundo lugar y finalmente este año logró quedarse con el rubro con un poema llamado “2 de abril”, cuyo texto de gran carga emocional hace referencia a los veteranos de Malvinas. “Estaba decidido en buscar el primer lugar. Iba decidido en convencer al jurado, pero no la tuve fácil, ya que la final fue con un colega de Tucumán no vidente que tenía una gran potencia en su voz, y una colega de Formosa que había elegido un relato sobre los pueblos originarios. Mi poema presentaba una connotación patriótica fuerte y cuando a la mitad del relato el público comenzó a aplaudir, ya me di por ganado. Es como un logro extra”, aseguró el sanjuanino.
De esta manera, Juanjo se convierte en la primera persona en todo el país en ganar dos veces el mismo rubro en el festival cordobés.
Al respecto bromea al señalar que el jurado, tras brindarle las devoluciones durante la última edición, le pidieron que no se vuelva a presentar. Si bien por reglamento no puede hacerlo por dos años, el comentario del jurado va más que nada por los logros de Recabarren sobre el escenario de Laborde y cómo desde su lugar puede abrir camino a las nuevas generaciones.
Juanjo reconoce que Laborde le ha dado demasiadas satisfacciones. Desde ser el responsable en su voz de coronar a Sergio Zalazar, el último campeón nacional de malambo que tuvo San Juan en 2022, ser buscado por otras delegaciones para poder embellecer los cuadros con sus recitados, hasta poder aprovechar la oportunidad para dar a conocer las riquezas y bondades de San Juan cada vez que se posicionaba tras el micrófono.
El artista de 42 años no se siente un embajador del recitado gauchesco, pero sí reconoce que hay una gran carga de responsabilidad en cada relato y cada palabra que esboza sea en un festival nacional, cada jueves en las noches de peña de un reconocido local de Capital o los fines de semana en cuanto festival de destrezas y folklore es convocado. Con el último logro conseguido en Laborde, asegura que sería un gusto convertirse en formadores de futuros recitadores como locutores.
Al respecto comenta: “Hoy hay muchísimos jóvenes que se dedican al recitado campero. Incluso pibes de cuatro o cinco años que no escriben y sin embargo se saben un verso campero, porque se escucha mucho ese tipo de verso en el ambiente gaucho. De hecho, hay padres que me buscan para que guie a los chicos, para que les enseñe y encuentren su propia identidad. Me llena de orgullo saber que el recitado tendrá herederos en San Juan”.
Y finaliza: “Creo que el recitado es un canal mensajero que lo tengo enriquecido y lo disfruto, sobre todo por el resultado que causa. Me da satisfacción y veo la satisfacción que causa en quien lo recibe. El decir es fundamental y el recitado me ha dado eso, además de las alegrías que me ha dado en la vida, en lo artístico y lo profesional, como también en la alegría de los momentos. Así como los músicos se juntar a guitarrear, yo me junto a hacer recitados y es algo que me llena de emociones”.