La conversación comenzó como una charla normal, en la que se mencionaban nombres sin mayores detalles, pero rápidamente la atmósfera cambió y, sin quererlo, Gran Hermano (Telefe) abrió una puerta a un misterio tan intrigante como sus propios secretos. En un momento, las miradas se cruzaron, las sonrisas fueron cómplices y las palabras, llenas de insinuaciones, dejaron entrever una revelación inesperada. Katia “La Tana” Fenocchio, una de las participantes más reservadas del reality, dio a entender que tuvo un romance con un famoso cantante. Un romance con L-Gante, un nombre que resuena fuerte en el mundo de la música y, más recientemente, en los titulares por su vínculo con Wanda Nara.
La conversación de Katia con sus compañeros, Ulises, Selva, Furia y Bati, comenzó como cualquier otra, hasta que alguien pronunció la palabra “L” y la respuesta de La Tana dejó claro que había mucho más por detrás. La pregunta fue directa: "¿Vos con la L, no? ¿L-Gante?", a lo que Katia respondió con una sonrisa cómplice: “Algo así”. Esta respuesta, ambigua pero contundente, fue suficiente para encender las alarmas entre los demás participantes, que, aunque eran conscientes de la regla que prohíbe hablar de famosos, comenzaron a entrelazar las piezas del rompecabezas.
La dinámica de la charla fue claramente de códigos, debido a que ninguno quería recibir una sanción de parte de Gran Hermano por romper el reglamento. La intervención de Selva, que no lograba entender a quién se referían, abrió una ventana para que Bati le recordara en voz alta las reglas del juego, advirtiendo sobre la prohibición de mencionar a figuras públicas. “No se puede hablar de famosos, Selva”, le dijo a la oriental.
Sin embargo, Furia, con astucia y sin romper las normas, mencionó a la conductora como una indirecta para desvelar la identidad del famoso misterioso del que estaba hablando La Tana: “Un cantante, el novio de ‘Anda Nara’”, explicó. Finalmente, la uruguaya logró captar el mensaje y, al entender las palabras de Juliana, afirmó: “Ah, sí, sí”.