Aún no llega el final del tercer mes de 2025 y ya se habla de una serie recientemente estrenada por Netflix como la mejor del año. Mientras la producción de sólo cuatro capítulos crece en audiencia en el mundo, muchos analizan qué es lo que la hace tan atrapante. Y es que, con un ingenioso uso de planos secuencia que le dan un dinamismo completamente particular, “Adolescencia” se siente cercana, plantea un problema actual desde un lugar pocas veces visto y tiene actuaciones sobresalientes que la hacen única.
Creada por Stephen Graham y Jack Thorne, junto al director Philip Barantini, la miniserie comienza sin dar respiro. Arranca justo en el momento en que un grupo de policías se prepara para entrar a la casa de una familia de clase media inglesa, que comparten una pareja y sus dos hijos, y al toparse con Jamie (Owen Cooper), el niño de 13 años, le informan: “Queda arrestado por presunto homicidio”, acusándolo del crimen de una compañera de la escuela.
A partir de ahí, comienza la historia en la que se conocen los entretelones de la acusación y los distintos aspectos en torno a ella: la tarea policial, la vida en la escuela de los niños y el impacto de la tragedia en la familia.
Para quienes esperan la tradicional serie de un supuesto crimen, con grandes dudas sobre quién fue el responsable, pistas, misterio, imágenes escabrosas y llantos descarnados, esta definitivamente no es la opción. “Adolescencia” no es la tradicional serie de asesinatos y justamente ahí radica uno de sus puntos más fuertes. En ella, directamente se relatan los hechos. Y eso se hace del modo más crudo, porque se muestran a través del impacto en las personas, de los procesos de duelo tantas veces investigados por la psicología, sintiéndose demasiado reales.
Las preguntas surgen, pero desde lo humano. ¿Qué tan posible es que algo así suceda? ¿Por qué un niño podría reaccionar de un modo inesperado? ¿Qué impacto tiene una crianza aparentemente normal? ¿Hasta dónde puede llegar el acoso escolar, cada vez más común? ¿Qué sucede en realidad en las redes sociales? Se trata de dudas demasiado apegadas a la vida cotidiana de cualquier persona.
Un modo de relato que marca el ritmo y el capítulo estrella
Sin imágenes espectaculares ni golpes bajos, lo que prima en la serie británica son los diálogos entre los protagonistas. Sin embargo, la apuesta tiene un dinamismo particular, que está dado por el particular modo en que fue filmada. Se trata de cuatro planos secuencia de una hora de duración, que se muestran de a uno por cada capítulo.
Es decir, la cámara empieza a rodar en el inicio de cada episodio y va filmando sin cortes, en un desplazamiento continuo. De ese modo, se logra una sensación de tensión permanente, un suspenso diferente, que ofrece al espectador la impresión de que se está moviendo por los mismos sitios que los personajes y de que algo puede pasar en cualquier momento.
Sin embargo, “Adolescencia” no sale de las tendencias actuales, poniendo todo su fuerte en un capítulo puntual, tal como ya se vio en series como “El oso” (con su increíble capítulo 6 de la segunda parte llamado “Fishes”), o en “Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez” (con el mítico capítulo 5 “Monstruos”). En este caso, el episodio señalado como sobresaliente es el 3.
En él aparece la psicóloga Briony Ariston (Erin Doherty) en una reunión con Jamie, en el interior de una sala de un centro psiquiátrico juvenil. El objetivo de la profesional es evaluar la compresión del chico sobre las circunstancias que rodean el caso. Están solo ellos, en un lugar cerrado, hablando y aún así, el episodio causa un intenso impacto. Sin dar detalles sobre lo que sucede, se puede decir que son simplemente las interpretaciones las que ponen la piel de gallina y llegan a generar sobresaltos. Eso, teniendo en cuenta que, como el resto de la serie, el capítulo fue filmado de un solo tirón, sin cortes y los actores debieron recordar las larguísimas líneas.
Al respecto, Owen, el joven que en realidad tiene 15 años y que en “Adolescencia” muestra su primera experiencia como actor, confesó que improvisó bastante durante la toma, que se repitió por completo 13 veces para lograr la versión definitiva. Resultando en una verdadera joya de la ficción.
Con un final que parece cortado de golpe, completamente desgarrador y que no necesita mayores explicaciones, la miniserie estrella logra su cometido: dejar pensando.
El trailer de "Adolescencia"
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