Después de tres largos años desde el estreno de su antecesora, “El juego del calamar 2” llegó a Netflix hace una semana y los subscriptores se volcaron masivamente a verla. Era de esperarse, tras la enorme expectativa que generó la espera para descubrir la segunda parte de la serie coreana, que ostenta el récord de la más vista de la historia de la plataforma. Más allá de eso, tanta curiosidad por ver cómo seguiría la historia y saber de qué modo sorprenderían los nuevos juegos, puso la vara demasiado alta, algo que siempre cuesta caro y que hace que muchos no se vean tan impactados por la propuesta renovada. Sin embargo, la nueva entrega tiene tanto pros como contras que podrían dividir a la platea.
Con una crítica voraz hacia las desigualdades, las diferencias de clases y la codicia, “El juego del calamar” llegó a Netflix en 2021 y conquistó multitudes. La particular propuesta, cubierta de sangre y masacre de 9 episodios, se apoyó en el desarrollo de juegos tradicionales de niños, para ir eliminado, del modo más literal posible, a 455 competidores y determinar quién sería el único ganador de un millonario premio que prometía poner fin a sus deudas y sus problemas.
Allí, quien sobrevivió a cada desafío y obtuvo el primer puesto fue Seong Gi-hun, o jugador 456, interpretado por Lee Jung-jae. Pero, después de descubrir el macabro plan detrás del concurso, en lugar de escapar feliz con sus wones, en esta segunda entrega de 7 capítulos, decide regresar. Y no es precisamente para ganar más dinero, sino para responder a su nueva obsesión: desenmascarar a quienes están detrás de la macabra propuesta, ponerle fin y vengarse de “El Líder”.
Lo más y lo menos de la segunda temporada de “El juego del calamar 2” (con algunos spoilers)
Los pros
* La excelencia de los actores: mientras en esta temporada el surcoreano Lee Jung-jae repite su papel como Seong Gi-hun, el jugador 456, con una actuación incluso más impecable que la de la primera parte, ahora hay gran cantidad de actores que han generado una enorme repercusión.
Por un lado, se ha destacado la impecable interpretación de Gong Yoo, conocido como “el reclutador”. Si bien el actor solo aparece en los primeros capítulos, su participación es tan destacada que el papel queda impreso en las retinas. El actor le hace justicia con su interpretación al personaje completamente descarnado y clasista que hace enfurecer a cualquiera.
Otro que se destaca es Lee Byung Hun, "El Líder", que esta vez se pone la camiseta número 001 y moldea de un modo brillante tanto la crueldad de su verdadero yo, como la persona comprensiva en la que se transforma cuando se encuentra en la piel de participante.
Por otra parte, ha generado gran cantidad de comentarios la interpretación de Park Sung Hoon, quien lleva el número 120 y es uno de los personajes más interesantes de la temporada. Su papel es el de una mujer transgénero que desea obtener el premio para completar las cirugías que necesita en su transición. Sobre la elección del actor, el director Hwang Dong-hyuk explicó que su intención inicial era hacer un casting en la búsqueda de un actor trans. Sin embargo, cuando iniciaron la búsqueda notaron que en Corea no hay casi ningún actor que sea abiertamente trans, debido a que, en la sociedad coreana actual la comunidad LGBTQ sigue siendo muy marginada. Como consecuencia, decidió darle visibilidad a este grupo de personas a través de la actuación de un actor heterosexual.
Para finalizar, otra de las incorporaciones que ha generado revuelo es la de Choi Seunghyun, el cantante T.O.P, ex integrante del grupo de k-pop BIGBANG. En su papel de Thanos o jugador 230, el artista sorprendió a los espectadores. Y es que, el músico coreano se había alejado de la exposición hace 9 años, luego de ser detenido por tenencia de marihuana. Todo indicaba que ese había sido el fin de su carrera, sin embargo, ahora logró sobresalir nuevamente a través de la serie. Si bien interpreta a un personaje que genera más bronca que encanto, su actuación está a tono con la ficción.
* El desarrollo de los personajes: tal como en la primera entrega, la fuerza de la serie está puesta en las personalidades y los vínculos entre los distintos personajes, para plasmar las luchas de poder y las diferencias sociales. A pesar de la enorme diversidad de actores, el modo en que se muestra a cada uno sobresale y permite identificarlos, empatizar con las historias más dramáticas y detestar a los individuos más oscuros de la trama. Un aspecto que, nuevamente, está perfectamente logrado.
* La complicidad con el espectador: un punto a favor en esta entrega es un cambio sustancial en cuanto a su antecesora, que marca la diferencia en lugar de tratar de buscar artilugios complicados. Si bien en la primera temporada la sorpresa principal sorpresa es la presencia de un “impostor” entre los jugadores, hubiese sido demasiado rebuscado intentar engañar al espectador con el mismo recurso. Al contrario, esta vez, el infiltrado está a la vista de quienes observan, lo que permite ir analizando cada una de sus reacciones y el modo que se vinculan con él. Una vuelta de rosca que se convierte en una jugada magistral.
Los contras
* La música: si bien toda la serie cuenta con una banda sonora original compuesta por el músico surcoreano Jaeil Jung, en la segunda entrega la música gana mayor protagonismo, lo cual sería un punto a favor. Pero, no lo es.
Del mismo modo que en la versión original, los temas musicales clásicos, muchos de ellos basados en versiones de juegos típicos de Corea, sirven para reforzar la tensión de cada escena y generar ambiente. Y esta vez hay incluso piezas muy conocidas, como el aria "Nessun Dorma" de la ópera Turandot, donde el cantante proclama "Vincerò" (Venceré) durante el dramático juego de la ruleta rusa con los rehenes; o cuando se oye "Time to Say Goodbye", en la versión de Sarah Brightman y Andrea Bocelli en el momento en que Gi-Hun enfrenta su propia ruleta rusa.
Sin embargo, ahora la banda sonora tiene un toque más infantil, sobre todo durante el desarrollo de las competiciones, un detalle que resta seriedad al espanto que se ve en pantalla y, mientras descomprime, le imprime a la serie un tono más vinculado al lenguaje de la sátira, que difiere bastante de la primera parte y les resta gravedad a los hechos.
* Los juegos: lo que más sorprendió de la temporada inicial de la serie fue sin dudas el ir descubriendo cada uno de los juegos. De hecho, cualquiera que la haya visto puede recordarlos uno por uno aún tres años después. Sin embargo, en la nueva temporada este aspecto se diluye. El foco ya no está puesto principalmente en las competiciones y sus desenlaces, sino más bien en las luchas de poder y los liderazgos una vez que cada uno de ellos termina. Un aspecto primordial que va en contraposición a la esencia de la propuesta.
* La espera: si bien poco e había dicho en el momento del estreno, la temporada 2 de “El juego del calamar” queda inconclusa, un detalle desalentador después de que los fanáticos esperaron mucho tiempo hasta que salió la nueva tanda de episodios.
En cuanto a la tercera temporada que completará esta parte de la historia, por el momento sólo se sabe oficialmente que comenzará a formar parte del catálogo de Netflix en 2025. A pesar de eso, hubo un detalle que se les escapó a los realizadores. Aparentemente por error, en un spot se coló una inscripción que anunciaba el estreno de la parte 3 el 27 de junio de este año. Aunque la publicación que salió en las redes sociales fue eliminada, muchos usuarios lograron hacer captura y compartir la novedad. Más allá de eso, en una reciente entrevista, su creador aseguró que será entre julio y noviembre. Así las cosas, habrá que esperar para conocer la fecha concreta.
El trailer de "El juego del calamar 2"
Embed - El juego del calamar: Temporada 2 (SUBTITULADO) | Tráiler oficial | Netflix