Puede llegar a las entrañas y es completamente visceral, tanto en lo metafórico como en el modo más concreto del uso de la palabra. Incluso antes de que fuera estrenada en el cine, “La sustancia”, la película de horror corporal que puso de nuevo en el ruedo a Demi Moore, generó un sinfín de comentarios en el mundillo del cine. Y justamente ayer abrió una nueva puerta, llegó al mundo del streaming comenzando a formar parte del catálogo de MUBI.
No, no son exagerados aquellos rostros de las personas que fueron captados en el cine mientras se tapaban los ojos o la boca en signo de repugnancia, con los que se decidió promocionar la película. Pero, ¿qué es lo que realmente causa temor y repugnancia de Sustancia? Y, eso depende de cada uno.
La nueva propuesta de Coralie Fargeat cuenta la historia de Elisabeth Sparkle (Moore), una reconocida estrella de la televisión e histórica protagonista de un programa aeróbico con su cuerpo escultural y su energía siempre arriba. Sin embargo, es despedida justo al cumplir 50 años. Casualmente, justo en ese momento recibe una memoria USB con el título “La sustancia”.
Se trata de un tratamiento experimental que le permite renacer temporalmente en un cuerpo que representa una versión “perfecta” y joven de ella, al que llama Sue (Margaret Qualley). Sin embargo, debe alternar entre sus cuerpos cada siete días. Más allá de la advertencia constante que marca: “Recuerda, eres una”, la dicotomía y la desesperación por la juventud, el ego y la fama terminan por dominarlo todo, haciendo que Sue se transforme en una amenaza para la existencia de Elisabeth.
A modo de crítica a través de la sátira, la historia se anima a poner sobre la mesa el tema de la mujer bajo los estándares de la belleza a la que hoy se considera hegemónica, llegando incluso a la cosificación y dejando de lado por completo la aceptación personal del impacto inevitable del paso del tiempo. Es un tópico que ya se vio en el cine, de hecho, “La Sustancia” podría ser una versión remozada de la clásica comedia “La muerte le sienta bien”, la película de 1992 interpretada por Meryl Streep y Goldie Hawn. Pero, la clave está en el modo en que está contada.
La directora utiliza sin ningún tipo de empacho el horror corporal, el subgénero que muestra alteraciones perturbadoras del cuerpo humano, para mostrar la descomposición y ligarla a la vejez y a la desesperación por mantenerse siempre joven.
Más allá de los recursos más explícitos y grotescos para lograr ese tipo de horror, se vale además de metáforas logradas a través del uso de planos detalle, que se vuelven protagonistas de varias escenas llegando a asquear del modo más extremo al espectador, ya sea con una mosca revoloteando en un rostro, una boca comiendo desaforada o una pupila que muta hasta alejarse en extremo de lo humano.
La escenografía también está puesta a merced de ese ánimo por poner el foco exactamente donde el guion lo requiere. Con espacios amplios, limpios y prácticamente vacíos, en los que resaltan los cuerpos reales, los espejos que los reflejan y enormes fotografías que plasman la perfección a modo de contraste.
La segunda clave del éxito en este caso, es Demi Moore. Lejos de las alfombras rojas, el maquillaje y los vestidos perfectamente diseñados para su figura escultural, la actriz de 61 años se atreve a mostrar cada detalle de su cuerpo para exponerlo en la pantalla grande, a la que termina traspasando con su actuación hasta llegar a generar una profunda empatía.
El final de la película es una apostilla aparte, en la que todo se magnifica hasta rebasar cualquier estándar. Pero, ¿de qué otro modo podría ponerse punto final a esa historia?
Referencias en abundancia
Más allá de los paralelismos de la trama en sí con otras películas o libros clásicos, desde lo visual “La sustancia”, estrenada justamente en medio de la celebración de Halloween, encierra una gran cantidad de referencias a otros films de terror, aun sin parecerse a ninguno de ellos.
Desde una escena exactamente igual a una toma de la ducha en la película "Psicosis", de 1960 y dirigida por Alfred Hitchcock, al recordado baño de sangre de "Carrie", el film de 1976 dirigido por Brian De Palma y basado en la novela de Stephen King; se pueden ver reflejados en fragmentos de “La sustancia”.
Además, representaciones de "El resplandor", la película de 1980 dirigida por Stanley Kubrick aparece en diferentes momentos. Por ejemplo, en los pasillos extensos con alfombrados rojos estampados que parecen ser un guiño a los del hotel.
En tanto que, “El hombre elefante” de David Lynch se suma con la exploración de la deformidad y el rechazo, dándole el toque grotesco al film.
El trailer de "La sustancia"
Embed - LA SUSTANCIA | Tráiler Oficial | Septiembre 19 en cines