“… La de la mochila azul, la de ojitos dormilones…”, dos años tenía Ian Ángel Garate cuando esta ranchera llegó a sus oídos y le contagió la pasión por la música mexicana. No se cansó de balbucearla y en el momento que su voz se terminó de llenar de la adecuada pronunciación la salió a compartir con todo San Juan.
En la antesala de su primera década de vida ya es conocido en todo el ambiente de la música local como ‘Ian, el Niño Mariachi’. Él mismo eligió su apodo y lo refuerza con un traje típico, con sombrero incluido, de estos íconos de la música nacida en la misma tierra que los aztecas.
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Familia musical: Ian, junto a su hermano Austin y sus padres Linda y Ale.
Y tal talento no pudo tener un mejor lugar para germinar. La propia Linda Gárate, mamá de Ian, es cantante y fue quién explicó el camino recorrido por su peque: “El canta desde bien chiquito. Además, yo soy cantante, el papá es cantante, los abuelos son cantantes y los tíos son músicos. Somos una familia de artistas y es algo que Ian ha visto y vivido desde siempre. Si hasta Austin, el hermanito de 7 años de Ian, ya también toca el bombo y dice que va a ser percusionista”.
La primera presentación de su hijo es algo que Linda también tiene grabado en HD en su memoria: “Fue cuando el tenía 4 años y en un concurso que hacía la gente de Mitre Lomos, un resto bar que había en la calle Benavídez, cerca de donde nosotros vivíamos en ese entonces”.
Somos una familia de artistas y es algo que Ian ha visto y vivido desde siempre Somos una familia de artistas y es algo que Ian ha visto y vivido desde siempre
“Era un concurso de gente grande, había cantantes, algunos que tocaban la guitarra y hasta algunos bailarines. Nos dejaron que participara y fue la primera vez que estuvo sobre un escenario. Y encima salió ganador”, expresó Linda con una sonrisa salpicada de orgullo.
Este pequeño, que acaba de empezar a cursar el cuarto grado en la Escuela Marcelino Guardiola, ya sabe lo que es presentarse en la Sala del Sol y hasta en la mismísima Fiesta de Santa Bárbara, en Pocito. Y sigue ensayando día por medio en su cuarto, perfectamente equipado, para seguir aprendiendo y disfrutando de la música que tanto ama y lo identifica.
En cuanto a los ídolos que tiene Ian, su madre los tiene más que claro: “Vicente Fernández, Pedrito Fernández y Juan Gabriel. Él se pasa horas mirando videos suyos y va sacando sus canciones. Es fascinación la que tiene por ellos”.
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El kickboxing, otra pasión compartida en la familia
Pero el canto no es la única pasión que Ian comparte con sus padres. Estos son instructores de kickboxing y también le han inculcado lo bueno que es realizar una actividad física que le sirva de complemento para la escuela y su carrera de artista.
“La encanta practicar kickboxing y sabe que le viene muy bien para su crecimiento”, remató Linda, quien en más de una ocasión también comparte escenario con su hijo. Mientras Ian conquista con rancheras y corridos, ella lo hace con cumbia, folclore y otros ritmos más variados.