Martín Fabio, más conocido como El Mono de Kapanga, protagonizó uno de los momentos más emotivos y celebrados de Pasapalabra (Telefe) el pasado domingo por la noche. Luego de completar el famoso rosco del programa conducido por Iván de Pineda, se consagró ganador de los dos millones de pesos en juego. Pero lo que más sorprendió fue su gesto: anunció que donaría el premio a Adopciones Quilmes, un refugio de animales del conurbano bonaerense.
La definición del juego fue de altísimo voltaje. El líder de la banda formó equipo junto a Romina Uhrig y Floppy Tesouro, enfrentando a Edith Hermida, Emilia Claudeville y Martina Fasce. Tras una serie de pruebas dinámicas y entretenidas, El Mono accedió a la instancia final del rosco, donde demostró un desempeño impecable. Palabra tras palabra, avanzó sin titubear hasta quedarse con una sola incógnita: la letra O.
Cuando le llegó el turno de responder, el conductor del programa leyó la definición: “Ave palmípeda propia de los humedales europeos y asiáticos”. El Mono, seguro de su respuesta, dijo: “Oca”. Al escuchar que era correcto, estallaron los festejos en el piso. En ese momento, de Pineda, las otras figuras que se encontraban en el estudio y el propio músico comenzaron a saltar y aplaudir, mientras de fondo sonaba uno de los hits más emblemáticos de Kapanga, “El Mono Relojero”.
“¡Lo logré! ¡No lo puedo creer!”, gritaba el músico, visiblemente emocionado, mientras recibía el aplauso del público presente en el estudio. Sin dar vueltas, Iván lo abrazó y le entregó las hojas del rosco como recuerdo de la hazaña. Luego, le pidió unas palabras para cerrar la noche.
Fue entonces cuando Fabio anunció el destino de su premio. “Estos dos millones de pesos se van para Adopciones Quilmes, una rescatadora de perros y gatos que hace un trabajo enorme. Cada vez que vengo al programa me acuerdo de ellos. Esto es para ellos y para todos los que ayudan a los animales”, dijo, con la voz quebrada, al referirse a la organización que se encarga de ayudar a las mascotas que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
El gesto por parte del artista no pasó desapercibido. Minutos después, el refugio confirmó la noticia a través de su cuenta de Instagram. En una historia, agradecieron el gesto del músico y contaron que gracias a la donación de El Mono pudieron salvar una deuda veterinaria que los tenía preocupados desde hacía meses. “Gracias, Mono, sos un genio. Te queremos”, escribieron, junto a un dibujo de un pequeño perro, que acompañaba el agradecimiento por parte del equipo de la organización.
Un mono con crucigrama
En el cierre de su participación, el líder de Kapanga reveló un dato desconocido sobre su afición por los juegos de palabras: “Me encantan las palabras cruzadas. Fui campeón de Claringrillas en el año ‘86 y en el ‘93. Siempre me gustó jugar con las palabras”, dijo, entre risas y aplausos.
Para terminar, dejó una reflexión que resumió su filosofía de vida: “El saber no ocupa lugar”, una frase que repitió con una sonrisa mientras levantaba el trofeo simbólico del rosco.
Con su triunfo en Pasapalabra, el músico dejó en claro que no se trata solo de responder preguntas o completar un rosco, sino de transformar un momento personal en un gesto colectivo. Donó los dos millones de pesos que ganó a quienes más lo necesitan: los animales rescatados del refugio Adopciones Quilmes, reafirmando su compromiso con las causas que lo movilizan.
Entre aplausos, sonrisas y una emoción genuina, el líder de Kapanga cerró una noche inolvidable en la que mezcló juego, generosidad y pasión. Un mensaje claro para sus seguidores y para todos: el conocimiento suma, pero la solidaridad lo trasciende todo.
FUENTE: Infobae