Después de casi 15 años enfocada en inversiones en shoppings y oficinas, IRSA regresa al desarrollo de viviendas en Argentina con una apuesta ambiciosa. La compañía presidida por Eduardo Elsztain, un multimillonario con empresas en San Juan, anunció esta semana, a través de la Comisión Nacional de Valores (CNV), la venta de los primeros lotes de su megaproyecto “Ramblas del Plata”, ubicado en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, en el sur de la Ciudad de Buenos Aires.
Según la CNV, IRSA firmó dos boletos de compraventa con un desarrollador local para la primera etapa del proyecto. Esta fase inicial abarca 14 lotes con 126.000 m², lo que representa el 18% de la superficie vendible total. Los lotes vendidos alcanzan una superficie conjunta de 10.525 m² y una superficie vendible estimada de 40.000 m². El precio de la operación fue de aproximadamente US$23,4 millones, con un pago inicial del 30% y el saldo de US$16,4 millones a abonarse con la firma de las escrituras y la entrega de la posesión. IRSA indicó que el resultado contable de esta venta se reflejará en sus estados financieros del tercer trimestre del período fiscal 2025.
Mientras avanza la comercialización de la primera etapa, la compañía iniciará los trabajos de infraestructura en el predio, preparando el terreno para el desarrollo integral del barrio.
El proyecto contempla una inversión total de US$1800 millones y prevé la construcción de 6000 unidades de vivienda, además de oficinas, locales comerciales, escuelas, un hotel y un paseo peatonal costero. El predio total abarca 72 hectáreas, de las cuales 32 fueron cedidas a la ciudad para la creación de un parque público. Desde IRSA señalaron que el desarrollo apunta a un segmento similar al de Puerto Madero y que para 2028 podrían instalarse los primeros residentes en este nuevo barrio porteño.
La historia del terreno donde se levantará “Ramblas del Plata” es particular. En 1962, Boca Juniors adquirió estos terrenos con la intención de construir un estadio para 140.000 personas y un gran polo deportivo. Sin embargo, el proyecto nunca se concretó y las tierras quedaron en desuso. En 1991, el club vendió el predio a la sociedad Santa María del Plata por US$22 millones, y en 1997, IRSA adquirió estos terrenos y un plan maestro para su desarrollo por US$51 millones.