A partir de febrero, el Gobierno de Javier Milei implementará un recorte en los subsidios de las tarifas de luz a unos 9,5 millones de hogares de ingresos medios y bajos. Esos usuarios tendrán una “bonificación” más baja en el precio de la energía en esos servicios públicos. Sucede al tiempo que, el gas aumenta un 1,6% promedio en todo el país.
Las novedades fueron oficializadas a través de resoluciones publicadas este viernes en el Boletín Oficial.
Lo distintivo esta vez es que se unificaron las bonificaciones que tenían hasta ahora los usuarios de ingresos bajos (Nivel 2, "N2") e ingresos medios (Nivel 3, "N3") de la segmentación de tarifas que está vigente desde fines de 2022 y que caducaría en mayo de este año para ser reemplazado por otro sistema de ayuda del Estado nacional.
Ahora los usuarios N2 tendrán un 65% de bonificación sobre el Precio Estacional (PEST) de la energía eléctrica y sobre el precio del gas natural en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) para sus consumos "base", que en la electricidad es de 350 kilovatios-hora (kWh) y en el gas por red depende de cada región.
Hasta el momento esas bonificaciones eran de 71,92% en la electricidad y de 64% en el gas sobre los consumos "base", y 0% sobre los excedentes -que esto se mantiene sin cambios-. Es decir, habrá menos subsidios a la luz y un poco más al gas para los hogares de menores ingresos.
Mientras tanto, los usuarios N3 -mayoritariamente de clase media y con ingresos que van desde los $1.025.000 hasta los $3.600.000 mensuales por hogar- tendrán una bonificación del 50% en los consumos "base" (250 kilovatios-hora eléctricos) sobre el precio mayorista de la energía y el gas; ese descuento era hasta hoy del 55,94% y del 55%, respectivamente.
Las medidas forman parte de la hoja de ruta del ministro de Economía, Luis Caputo, para acelerar la “motosierra” sobre las subvenciones y garantizar el equilibrio fiscal, además de la búsqueda por llevar la inflación por debajo del 2% mensual. En este caso, hay un avance del Gobierno para que los costos de la energía se reflejen en las tarifas que pagan los usuarios y, de esa forma, el Estado obtenga un ahorro fiscal en subsidios, cuya magnitud no se informó oficialmente.
Por otro lado, con el Decreto 51/2025, Nación dejó congelados los impuestos a los combustibles, por lo que dejó un espacio a las petroleras para que el aumento de la nafta y el gasoil sea de entre 1% -como quisiera Caputo para anclar la inflación- y 4%, como desean algunas empresas del sector para recuperar márgenes tras la suba internacional del petróleo.
Quita de subsidios energéticos 31_01_25.pdf
Fuente: Infobae / Clarín