El martes fue el cumpleaños de Javier Milei y recibió saludos por todos lados. Parte de las felicitaciones llegaron de mano de miembros del regimiento de Granaderos a Caballo, que se encuentran en Casa Rosada, quienes le dieron un regalo al presidente, quien se mostró evidentemente emocionado y no pudo contener las lágrimas.
El momento fue captado por las cámaras que se encontraban en el lugar para registrar el gesto de los Granaderos. “No solo nos sentimos queridos, sino distinguidos por nuestro presidente. Le deseamos el mejor de los éticos en este día, en la gestión y siempre”, dijo uno de los miembros mientras sostenía el regalo de Milei.
Acompañado de su hermana Karina, todo pasó en la explanada de la Casa Rosada. Allí los granaderos lo recibieron interpretando primero el “Feliz Cumpleaños” y luego “Avenida de las Camelias”. Luego, uno de ellos se acercó con un gorro de granaderos en el interior de una vitrina. El gesto despertó la emoción de Milei, quien no pudo contener las lágrimas y con la voz entrecortada dijo: “No lo merezco”.
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La otra cara del festejo de Javier Milei: de la emoción a los insultos
Parte de las celebraciones por los 54 años de Javier Milei consistieron en un brindis con los miembros del Gabinete. Posteriormente, salió al balcón para saludar a los presentes, sin percatarse que quizás no era el mejor momento para ello.
Un grupo de estudiantes y docentes universitarios se encontraban en medio de una clase pública en la Plaza de Mayo, en el marco de los reclamos por el veto de la Ley de Financiamiento. Al verlo sobre el balcón, se trasladaron de inmediato y comenzaron a gritar y realizar canticos a coros.
“Universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode”; fueron parte de los gritos que rápidamente se mezclaron con otros de seguidores libertarios que se encontraban en el lugar. “A laburar, a laburar que con la nuestra no viven más” fueron los gritos.
La tensión duró poco más de cinco minutos, luego cada se separó y volvieron a realizar sus actividades, desde la manifestación de apoyo hasta las protestas.